Cuando Torrecilla llegó a Vigo, en verano de 2009, estaba en el banquillo Eusebio Sacristán. El técnico vallisoletano se había hecho cargo del equipo solo unos meses antes tras la destitución de Pepe Murcia y guió al Celta a una salvación casi agónica que se decidió en aquel recordado partido ante el Alavés. El director deportivo lo define así: «Eusebio es la calma transmitida, la paz. Hasta en las situaciones más difíciles mantenía el tipo«.
En 2010, Paco Herrera sustituyó a Eusebio y con él el Celta logró el ascenso en 2012. Es un entrenador muy querido por la afición y Torrecilla destaca su sapiencia: «Paco Herrera es para mí el sabio del fútbol. Cuánto aprendí de ti«.
Herrera, con el equipo ya en Primera, fue destituido en marzo de 2013. Llegó a Vigo Abel Resino, un técnico fugaz que cumplió con el cometido asignado: lograr la permanencia. «Su valentía fue un punto de inflexión para conseguir la salvación«, valoró de él Torrecilla.
Resino fue sustituido en el verano de 2013 por el actual técnico del Barcelona, Luis Enrique Martínez. Con él, el Celta al fin volvió a la zona media-alta de Primera. Para Torrecilla el asturiano es «el compromiso, la fidelidad, la adrenalina que me subía cuando hablaba con él. A los dos se nos hinchaba la vena«.
Por último, se refirió a Eduardo Berizzo, con el que ha trabajado codo con codo en las últimas dos temporadas y que seguirá en el Celta, como mínimo, una campaña más: «Berizzo es la mezcla de todo, el equilibrio constante. Demostraste que jugando con el corazón, un equipo puede soñar con todo«.
Emoción al hablar de Chaves
La lista de agradecimiento de Torrecilla fue extentísima. Se acordó de jugadores, entrenadores, directivos, empleados… Pero el momento más emotivo se produjo cuando se refirió al director general del club, Antonio Chaves. Ambos han trabajado de la mano en los últimos años y Torrecilla reconoció que ha aprendido mucho de él. Precisamente fue en el momento de darle las gracias cuando se le saltaron las lágrimas.
«Antonio, ya me pasarás la factura que te debo porque el máster que me llevo es terrible. Muchos momentos difíciles, otros increíblemente felices. Siete años intensísimos, pared con pared. Gracias por tu intuición y tu inteligencia. Me voy con una enciclopedia de cómo se deben hacer las cosas. Hasta yo ahora puedo decir que soy un poco más polivalente«, dijo el director deportivo con voz entrecortada.
Obviamente, también se refirió a Carlos Mouriño, que estuvo a su lado en esta rueda de prensa. «Me costó muchísimo aclimatarme a tus silencios, a tu combinación de exigencia y de cercanía. Gracias por tu energía en los momentos difíciles, gracias por esos votos de confianza dados, gracias por hacerme sentir que era importante para el proyecto y por estar constantemente pendiente de mi familia», señaló.
Por último, le mostró su agradecimiento al celtismo: «Gracias a la afición por respetar mi labor, por acoger a mi familia en Vigo, por hacernos sentir unos vigueses más«.