El estreno de la nueva “turboglorieta” de Castelao el pasado mes de marzo no ha sido tan sencillo como el de las dos anteriores. En Gran Vía y Castrelos no fue necesaria la intervención de la Policía, pero en la rotonda del “Alfageme” ya fue preciso en los primeros días de funcionamiento la colocación de conos para conductores despistados.
Los conductores vigueses necesitan tiempo para adaptarse a los cambios. Tras la puesta en marcha de la mayor “turboglorieta” de la ciudad, en la Avenida de Castelao, la Policía Local decidió instalar “ayuda adicional” para evitar incidentes y se colocaron conos que marcaban claramente los lugares por los que no se podía rebasar las líneas continuas.
Ahora, dos meses después de su estreno, se han pintado señalizaciones horizontales sobre la calzada para ayudar a los conductores en su incorporación. Los letreros pintados sobre el asfalto indican la dirección a escoger antes de entrar en la rotonda.