Pujales vistió la camiseta del Rápido de Bouzas durante varias temporadas y en 1973 accedió a la presidencia, revitalizando a un club que se encontraba al borde de la desaparición. También formó parte de las directivas del Real Club Celta y del Liceo Marítimo de Bouzas.
Con él en la presidencia, el Rápido vivió años de estabilidad, asentándose en Tercera División y logrando hitos tan importantes como su debut en Copa del Rey ante el Rayo Vallecano. Bajo su mandato también se consiguió que el club tuviese su propio campo, Las Gaviotas. En su última etapa como presidente se construyó el Campo Municipal de Bouzas, que lleva su nombre. Tras 35 años en la presidencia, Baltasar Pujales decidió cederle el testigo a Manolo Seoane, que en la actualidad sigue siendo el máximo dirigente del club boucense.
La familia Pujales está fuertemente vinculada al Rápido, ya que varios de los hijos del expresidente vistieron la camiseta del equipo. Uno de ellos es David, que permaneció en el club 25 años y es una de sus grandes leyendas.
Los restos de Baltasar Pujales descansan desde este jueves en el Tanatorio de Pereiró y serán incinerados este viernes a las 16:30. El funeral tendrá lugar en la iglesia de San Miguel (parroquia de Bouzas) a las 17:30 del viernes.