Jabato se marcha con pena de un club que considera su «casa». Asegura que ha meditado mucho esta decisión y que no está motivada por el descenso de categoría. Y es que la relación con la directiva que encabeza Javier Rodríguez no era fluida desde hace muchos meses. «Ha sido duro, pero la decisión ya estaba tomada desde hace tiempo. No viene motivada por el descenso», explica y añade que «lo mejor era abandonar el club. Había diferentes puntos de vista y esta es la decisión más acertada».
El ciudadrealeño le desea «lo mejor» a su ya exequipo. Espera que se recupere de la crisis deportiva y económica que está atravesando y que regrese cuanto antes a División de Honor Plata. «Quiero que le vayan bien las cosas al Octavio. Supongo que Javier (Rodríguez) encontrará a alguien para que lleve el proyecto y le deseo que salgan adelante. Yo le guardo mucho cariño al club y a Vigo. Me he casado aquí y a pesar de que soy de Ciudad Real está es mi ciudad. Pero al final hay que tomar decisiones», dice.
Antes de asumir las riendas del primer equipo, Jabato fue también entrenador del equipo juvenil. Al técnico le unen muchos vínculos con los jóvenes jugadores de la plantilla rojilla a los que le dio la oportunidad de jugar en División de Honor Plata. «Despedirme de ellos ha sido una de las partes más complicadas. Con algunos llevo cuatro años trabajando y ante ellos me quito el sombrero. Les tengo mucho aprecio», asegura.
Tras una primera temporada magnífica en el banquillo del Octavio, las relaciones entre Jabato y Javier Rodríguez comenzaron a complicarse el verano pasado, ya que el presidente no parecía dispuesto a cumplir las promesas que le había hecho a su entrenador. Jabato, sin embargo, acabó cediendo y firmó una ampliación de contrato por un año más. Ahora, ha preferido iniciar una nueva etapa, en la que dirigirá al Cisne con el objetivo de asentar al club pontevedrés en División de Honor Plata.
Como hemos dicho, además de la de Jabato, esta semana se ha confirmado la marcha de dos componentes de la plantilla académica: Borja Méndez y Jorge García Lloria. Todo hace indicar que también pondrán rumbo a Pontevedra, aunque en su caso para jugar en el Teucro de Quique Domínguez, que militará la próxima temporada en División de Honor Plata tras su fugaz paso por la Liga Asobal.
Probablemente la ‘desbandada’ no se quede aquí, ya que un buen número de jugadores de la plantilla del Octavio acaban contrato y buscarán acomodo en otros equipos.
Javier Rodríguez, por tanto, debe ponerse a trabajar cuanto antes para contratar un sustituto para Jabato y para formar un bloque competitivo que le permita al Octavio encarar la nueva etapa en Primera Nacional con opciones de ascenso.