“Esto sí es un barco”, exclama el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Enrique López Veiga, cuando desciende la pasarela del “Aegean Odissey”. Acaba de celebrar el tradicional acto de entrega de metopas que se realiza cuando un barco toca por primera vez un puerto. A bordo un centenar de tripulantes cumple con el simulacro de emergencia en la cubierta mientras el capitán describe la magnífica entrada en la Ría de Vigo.
“No, no, no es la primera vez que vengo a Vigo; he estado muchas veces, pero nunca con este barco”, asegura el capitán del buque griego. Con 140 metros de eslora y 20 de manga, el coqueto crucero llegó a las seis de la mañana al muelle de Trasatlánticos procedente de Oporto. Lleva a bordo a 246 pasajeros, en su mayoría americanos y australianos, y la práctica totalidad (a bordo solo quedan unos 20) salió a primera hora de la mañana en la excursión programada a Santiago de Compostela.
Piscina, teatro, salón de juegos, librería, tienda… Al “Aegean Odissey” no le falta de nada, pero su parecido con el mastodóntico “Harmony of the Seas” de la Royal Caribbean es pura coincidencia. También es complicado que se encuentren en algún puerto, puesto que su diferente eslora y calado permiten al primero adentrarse en zonas a las que el segundo no podría llegar.
Foto de familia tras el tradicional intercambio de metopas.
Con salida en Sevilla el pasado 11 de junio, el barco ya ha tocado antes de Vigo los puertos de Lisboa y Oporto. A última hora de este jueves continúa su rumbo hacia el norte para detenerse en Burdeos, Falmouth, Dartmouth, Honfleur y finalizar el viaje en Dover. Son 15 días con precios que van desde los 3.000 euros en un camarote interior hasta los 7.400 de una suite y el crucero incluye dos noches de hotel en Sevilla antes de partir y nueve excursiones en cuatro países, entre ellas la de Vigo a Santiago.
Otro de los atractivos del viaje y que mayor éxito tiene entre los pasajeros, según relata el capitán, son las experiencias gastronómicas que ofrecen. Una cata de vino en un castillo de Burdeos y té helado en Cornwall son atractivos que convencen al cliente americano y australiano en su visita a Europa.