Los vecinos de Ponteareas salieron este viernes a la calle para reclamar al Ministerio de Fomento que mejore la actual situación de la carretera N120 al haberse convertido en un peligro para peatones y conductores.
Provistos de chalecos reflectantes, cientos de personas recorrieron el peligroso tramo que ha sido escenario en los últimos años de graves accidentes.
Una joven de 22 años fue la última víctima mortal registrada en esta zona de la N-120. El accidente ocurrió el pasado 17 de febrero cuando la chica cruzaba la carretera con su hermana. Cerca del lugar, en la parroquia de Arcos, y también en la misma carretera N-120, se registraba el pasado 30 de diciembre otro atropello mortal. En aquel caso, un hombre de 48 años moría arrollado por un turismo.
Los vecinos de la zona denuncian desde hace años que la zona es muy peligrosa por la falta de visibilidad y la carencia de pasos para que crucen los peatones.