En los 143 kilómetros de recorrido De Julián demostró sus dotes de rodador. Levantó los brazos en la línea de meta tras firmar una media de 44,7 km/h y estar presente en todos los ataques importantes desde el inicio de la carrera. De salida, se filtró en un primer corte de diecisiete ciclistas provocado por el viento junto a sus compañeros Aser Estévez y Jesús Nanclares.
La fuga no consiguió consolidarse y antes de ser neutralizada De Julián arrancó a la altura del kilómetro 35. Su apuesta en solitario dio origen a un grupo de nueve escapados que acabarían jugándose la victoria. Por detrás no había entendimiento en el pelotón y la diferencia en el kilómetro 80 se situó cercana a los tres minutos y medio.
El paso por Arévalo que marcaba el inicio de la última de las tres vueltas resultó clave. El corredor Élite del Club Ciclista Rías Baixas se marchó en compañía de Sergio Pérez (Kuota) y a este dúo se uniría Carlos Gutiérrez (Gomur) a falta de 15 kilómetros para el final. De Julián tuvo que resistir en el desenlace de la prueba el ataque de sus dos rivales que intentaron deshacerse de él en un repecho empedrado en las calles de Arévalo. No querían llegar al esprint conscientes de la punta de velocidad del palentino, que aguantó las aceleraciones e impuso su potencia en la recta de meta.
Con un tiempo de 3:11:43, el representante de la estructura miñorana repitío éxito en la 66ª edición de esta clásica y sentenció la clasificación del Trofeo Castilla y León élite y Sub 23. Su compañero de equipo Aser Estévez terminó en vigésima posición.
Mota, segundo en Gijón
El triunfo de De Julián llegó 48 horas después de que el Club Ciclista Rías Baixas se impusiera en la clasificación por escuadras del Trofeo Luis Sánchez Huergo en Gijón. Los pupilos de Marcos Serrano acariciaron el éxito individual con Cristian Mota, que subió al podio como segundo clasificado. Samuel Blanco, cuarto, y Jesús Nanclares, sexto, también rodaron en cabeza hasta el final.