«Que la transparencia sería total e absoluta y que abriríamos puertas y ventanas a las ciudadanas y ciudadanos de la provincia», saliendo además a la calle y «reduciéndo al mínimo posible la política de despacho».
Al acto institucional acudieron numerosos alcaldes -entre ellos, en primera fila, Abel Caballero, concejales, diputados provinciales y representantes de asociaciones, del mundo de la cultura y del deporte.
En su discurso para rendir cuentas tras estos primeros doce meses de gobierno, Silva subrayó su modo diferente de hacer política «centrado en construir una sociedad justa y decente donde nadie, viva donde viva o tenga lo que tenga, parezca dificultades», con un «cambio radical a un modo de hacer política basado en el clientelismo, el caciquismo y la discrecionalidad».
Con alusiones constantes a la «diferencia» con su predecesor en el cargo, Rafael Louzán, aunque sin nombrarlo, la presidenta provincial hizo alusión a la puesta en marcha del Plan Concellos para cubrir las necesidades de los ayuntamientos de Pontevedra «sin pedir carnés y afiliaciones políticas».
El Plan Concellos está dotado con 40 millones de euros iniciales y 7,5 de remanentes que suponen el 31,5 por ciento del presupuesto total de la Diputación, «un claro ejemplo de una nueva Diputación que reconoce el municipalismo y garantiza los mismos derechos para todos los municipios».
Con estas ayudas, los municipios han comprado material, vehículos, maquinaria, saneamiento, abastecimiento, infraestrucutras de todo tipo, amortizaciones, pagos de deudas y gasto corriente, actividades culturales, deportivas, sociales, turísticas y medioambientales. Ademásm se han creado 1.550 puestos de trabajo en 60 municipios.
«Estamos normalizando los procedimientos de esta administración que era arcaica y dependía de la decisión unilateral del anterior presidente, porque las instituciones no son las casas propiedad de los presidentes, son un espacio de servicio a la ciudadanía», dijo.
Entre las prioridades del ente provincial, los servicios sociales, el empleo, la juventud, la igaldad de las mujeres, que nadie carezca de la atención de los servicios públicos, sanidad, educación, dependencia y la teleasistencia. También destacó Silva las actuaciones relacionadas con la cultura y la elaboración de un plan de residuos basados en el compostaje.
«Heredamos una provincia con serias carencias con respecto a las infraestructuras: 35 años actuando según intereses partidarios y coyunturales y con una organización ineficiente de los recursos que estamos asignando a delimitar prioridades y a diseñar planes que en muy poco tiempo tendrán resultados muy visibles», subrayó la presidenta de la Diputación, que destacó que su objetivo es construir una «provincia moderna, ejemplo del buen quehacer político».
Con estas ayudas, los municipios han comprado material, vehículos, maquinaria, saneamiento, abastecimiento, infraestrucutras de todo tipo, amortizaciones, pagos de deudas y gasto corriente, actividades culturales, deportivas, sociales, turísticas y medioambientales. Además se han creado 1.550 puestos de trabajo en 60 municipios, precisó. El empleo, subrayó, es la mayor preocupación de la Diputación, por lo que «invertirmos este año más de 15 millones de euros para crear 3.327 puestos de trabajo y prácticas laborales», lo que supone un 20 por ciento más.
Silva también destacó la línea de créditos en régimen de concurrencia competitiva sin ningún tipo de interés con un presupuesto de 1,5 millones de euros, medio millón más que en 2015. Destacó que la Diputación se ha presentado a varios fondos europeos. Y en cuanto a turismo, volvió a marcar diferencias con la anterior ejecutiva provincial. «Hemos hecho un giro de 180 grados basado en la modernidad, la vanguardia, la innovación y la búsqueda de más y mejores retornos», dijo. Para ello, la presencia en Fitur, Espacio Atlántico en Madrid, el Festival de Cine de Málaga, la campaña «Festivais Rías Baixas» o el proyecto Atlantic Express.
En su intervención, también las políticas sociales tuvieron un lugar destacado, con un 11 por ciento más en los presupuestos y con plazas gratuitas en todos los programas para las personas menos favorecidas.
«Cumplimos pero queda mucho por hacer, un año no puede borrar hábitos y modos de décadas pero el cambio es visible, es de raiz, se nota en la calle y en las relaciones con los ayuntamientos y los ciudadanos», concluyó Silva su discurso tras dar gracias a todos los presentes en el acto por su apoyo.