En la fotografía observamos unos trajes en buen estado que alguien ha colgado de la rama de un árbol de una céntrica calle, a la espera de que alguien se los lleve para aprovecharlos. Lo que también puede deducirse es que esos trajes quizá se hayan utilizado en algún trabajo temporal que ya no tiene renovación, o en alguna boda fracasada de esas para las que se solicita un crédito para el convite y el viaje y el divorcio se echa encima mucho antes del final de la amortización, como aquella familia a la que se le casó una hija, pidieron un crédito para celebrar la boda, y la hija volvió a la casa de los padres cuando a estos todavía les faltaban varios años para saldar la deuda.