El atún rojo, cuyo valor comercial es muy superior al del atún patudo, es una especie sujeta a restricciones en su pesquería debido a un Plan de Recuperación instado por las autoridades comunitarias que dan lugar a que cada país tenga asignada una cuota de capturas, un listado de buques autorizados que deberán ir provistos de un Documento de Capturas y, en cualquier caso, solo podrán desembarcar o transbordar en los puertos autorizados y en los días y horarios habilitados.
Según informó este viernes la Comandancia, las primeras actuaciones se remontan a finales del pasado mes de mayo cuando la Guardia Civil tiene sospechas de que una embarcación de pesca, con base en el puerto de A Guarda, estaba a punto de regresar con un cargamento de atún rojo sin estar autorizado para su captura.
Pocos días después, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Pontevedra (Seprona) controla el atraque del palangrero en un muelle de Moaña y procede a la inspección documental del barco, comprobando que en la declaración de capturas figuraban, entre otras especies, 26.000 Kg. de atún de la especie patudo.
Los ejemplares de atún que traía el palangrero en sus bodegas venía congelado, sin cabeza y sin aletas (características morfológicas identificativas de la especie) y sospechando que se tratase de atún rojo, la Guardia Civil decidió, como medida cautelar, precintar las bodegas y las escotillas de extracción de carga, a la vez que requería la colaboración del personal técnico del servicio de Inspección Pesquera del Magrama.
Al día siguiente, inspectores del Magrama y Seprona fiscalizaron la descarga sin que tampoco se pudiese determinar definitivamente de qué especie de atún se trataba, por lo que se tomaron un número determinado de muestras aleatorias de varios ejemplares para su estudio y valoración en los laboratorios oficiales del Magrama.
Las sospechas iniciales se confirmaron con los resultados emitidos recientemente por el Laboratorio Central de Veterinaria al concluir que todas las muestras analizadas son compatibles con el atún rojo.
El Magrama está incoando un expediente sancionador por realizar capturas de especies para las que no tenía autorización y falsear las declaraciones de pesca, dos infracciones graves contempladas en la Ley 3/2001, de 26 de marzo, de Pesca Marítima del Estado, que pueden conllevar una sanción económica de hasta 60.000 euros cada una.