Se trata de la fuente de la Plaza de América, en Vigo, en un día cualquiera de verano, con una temperatura tan elevada e inhabitual que hasta las aves han buscado el refresco de la sombras y de las fuentes urbanas. A la izquierda de la imagen también se puede ver una gaviota flotando indolente sobre el agua de la fuente, dejándose llevar en medio del bullicio, del tráfico intenso. Lo más curioso es que el pájaro no tiene las alas abiertas, batiéndolas para mantenerse en vuelo, sino que parece congelado en el aire, en medio de las gotas de un agua refrescante.