El «Flyer» ya es una leyenda de las competiciones náuticas por su victoria en la segunda edición de la Vuelta al Mundo de Vela de 1977-78, entonces denominada Whibread (actualmente Volvo Ocean Race). Con el patrón holandés Conny van Rietschoten a la rueda, logró alzarse con el triunfo final entre una flota de quince embarcaciones. Casi cuarenta años después, la Foundation Revival of The Flyer recuperó hace unos meses el barco y lo convirtió en un buque dedicado a la formación de jóvenes.
El pasado mes de octubre, el «Flyer» estuvo presente en Alicante, desde donde partió por tercera vez consecutiva la Volvo Ocean Race (en 2005 ya había salido dede Vigo) e inició una nueva travesía por las costas españolas y portuguesas. A principios de noviembre recaló en Portimao en dirección a Vigo, donde tenía previsto llegar el pasado día 9. La tripulación tiene previsto partir de nuevo hacia Brest en cuanto las condiciones meteorológicas mejoren. Desde allí pondrá rumbo a Southampton (Inglaterra) para finalizar su periplo la próxima semana en Amsterdam.
Los organizadores de la travesía pretenden convertir el barco en un símbolo de la navegación holandesa y rendir así tributo a Van Rietschoten, fallecido en diciembre de 2013 por un infarto a los 87 años de edad. El patrón se ha convertido en una leyenda en su país y ya existe un trofeo anual con su nombre para el mejor navegante.