Mi propuesta, en esta ocasión, es visitar la región donde habitaban los cátaros, en la vecina Francia.
Carcassonne va a ser la base de esta ruta plagada de castillos y abadías que nos harán retroceder hasta el siglo VIII, cuando Carlo Magno asediaba la ciudad y la Dama Carcas se resistía, una historia para el que se quiera documentar antes de iniciar el viaje.
Lo primero que hay que hacer es llegar a Oporto, claro. Hay dos planes alternativos para llegar hasta el aeropuerto Sá Carneiro:
1. A-28 + A41 (11,91 € i/v), si te incorporas a la A-28 en Caminha y después tomas la A-41 que enlaza la A-28 con el aeropuerto.
2. A-41 (4,00 € i/v), si viajas por la A-3 desde Valença hasta cerca de Oporto y después tomas la A-41 que enlaza la A-3 con el aeropuerto.
Si optas por la opción 2, A-41 desde la A-3, debes tener en cuenta que el peaje de la A-3 Valença – Oporto (8,15 € por trayecto), se paga en las cabinas convencionales de la autopista.
Una vez en Oporto, podéis dejar el coche en uno de los parkings low cost que rodean el aeropuerto. Os costará unos 5,5 euros al día y deberéis reservarlo con anticipación a través de internet
Pero, vamos a allá. Ya estamos en el aeropuerto con nuestra tarjeta de embarque en la mochila.
Vuelo Oporto-Carcassonne operado por Ryanair: 50 euros aprox. (como siempre dependerá de la época y la premura en coger el billete).
Nota: Si se puede visitar Carcassonne un 14 de julio, la experiencia puede ser inolvidable. La ciudad bajo los fuegos artificiales luce espectacular.
Día 1º: Oporto-Carcassonne
La “Cité” de Carcassonne es impactante, visualmente hablando. Constituida por elementos de la edad media, fue restaurada con fines monumentales en el siglo XIX y declarada como Patrimonio Monumental por la Unesco en 1997. Sus calles angostas y tortuosas, su bonito castillo y su imponente catedral te trasportarán a otra época de inmediato. A pesar de ello, no tardarás mucho en recorrerla. Digamos que con una tarde o una mañana puedes hacer una buena visita a la parte más interesante de la “Cité”. Sin embargo, fuera de sus murallas, existe otra Carcassonne que también merece un pequeño vistazo. Muy recomendable la plaza Carnot y sus alrededores, donde en verano y, lleno de terrazas, da gusto disfrutar de un maravilloso concierto con una cervecita en la mano. Alojarse por esa zona es un acierto.
Apartamento con cocina: 40 euros noche por persona, suponiendo que sois dos viajeros.
Día 2º: Carcassonne- Mirepoix-Foix-Abadía Saint Hilaire-Carcassonne
Hoy por la mañana, tempranito, recogeremos el coche de alquiler que habremos reservado previamente. Un buen sitio, si nos alojamos cerca de la plaza Carnot, puede ser la estación de tren, aquí una compañía bastante conocida tiene una oficina de alquiler.
Alquiler de coche dos días: 72 euros.
Mirepoix es un pueblecito pintoresco. No tardaréis mucho en recorrer lo más cautivador pero, sin duda, es monísimo y merece la pena la parada. De camino a Foix atravesaréis un montón de campos de girasoles, lástima que la carretera sea estrecha y con muchas curvas porque dan muchas ganas de parar y hacerse una “fotaza” en medio de todo ese esplendor natural.
Foix es un pueblo hermoso, con un castillo muy bien conservado y un río a los pies de toda la zona monumental. Prepararos a escalar un poco, pues el castillo se encuentra en lo alto y cuesta un poquitín llegar a él. Pero merece la pena subir a alguna de sus torres y recrearse con el paisaje.
De vuelta a Carcassonne y si contáis con tiempo, podéis acercaros a la Abadía de Saint Hilarie, una bonita construcción de origen carolingio. El claustro es una maravilla, así como las pinturas en los techos, además, también se pueden visitar algunas de las celdas de los monjes. La iglesia sencilla, pero allí está la joya de la Abadía: un sarcófago esculpido en mármol, dedicado a San Saturnino.
Apartamento con cocina: 40 euros noche por persona.
Día 3º: Carcassonne- Lagrasse- Villerouge Térmenes- lago de La Cavayére
Hoy nos dirigimos hacia Lagrasse, un agraciado pueblo medieval al que atraviesa un pequeño río y que cuenta con una abadía bien conservada, a pesar de que no está completamente restaurada. Nos perdemos un poco por sus callejuelas estrechas y sorprendentemente con muy pocos turistas, pero el sitio tiene un encanto especial. Extraña no ver mucha gente cuando es un sitio bastante recomendado por viajeros en la red, pero es que Carcassonne concentra a casi todos los visitantes.
Después de visitar la abadía de Lagrasse, seguimos camino hacia Villerouge Térmenes, un pueblecito pequeño y coqueto que cuenta con un castillo en buen estado de conservación, tan escueto como el pueblo, pero igual de encantador.
De vuelta a la base podéis pararos en el Lago de La Cavayére, muy cerca de Carcassonne. Este lago es la zona recreativa de los habitantes de Carcassonne, y además de contar con unos espacios verdes increíbles, tiene varias playas, algunas de arena y otras de cantos rodados. Después de tanto coche, igual os apetece un chapuzón en este sitio idílico con chiringuito incluido.
Apartamento con cocina: 40 euros noche por persona.
Día 4º: Carcassonne- Oporto
Como el vuelo sale a las 14:30 tenéis tiempo de sobra para peinar otra vez Carcassonne y compraros algún recuerdo. Galletas artesanas locales, buenísimas, juegos y cuentos para niños, y todo tipo de cosas destacando los motivos medievales. O también podéis traeros un monje benedictino para apoyar libros o réplicas de gárgolas como detalles decorativos. Para todos los gustos.
Solo nos queda llegar a Oporto, recoger nuestro coche y conducir un ratín hasta Vigo.
Nota: Para los que gusten de los juegos de mesa, “Carcassonne” es un juego de origen alemán ambientado en la ciudad francesa, aunque no lo veréis en las tiendas de por allí. Pero, para ir abriendo boca antes de viajar, es un juego muy didáctico y entretenido.
Presupuesto de viaje: 11,91/2+22/2+40+72/2+40+40+50/2 (combustible)=198 euros.