«Fue un partido duro, como van a ser todos. Nos enfrentábamos a un equipo con historia. No tuvimos circulación rápida en la primera parte. Toda la gente estaba de espaldas. Cuando arreglamos eso pudimos correr con Wass y Aspas. Fue un partido duro ante un rival que tuvo sus opciones. No las encontró y nosotros sí», dijo.
El técnico reconoce que su equipo está experimentado una cierta mutación en su juego. «Me parece que hemos cambiado lo que teníamos por practicidad, por solidez, por saber estar. Somos un equipo con más empaque. Nuestro fútbol de ataque no tiene la electricidad que tenía antes, pero se puede recuperar», señaló y añadió que «creo que estamos experimientando un aprendizaje positivo en cuanto a la paciencia, sabemos que el partido puede caer de nuestro lado en cualquier momento. Nos apoyamos en una gran solidez. Somos un equipo que va construyendo el resultado a medida que el partido avanza. Es una victoria importante».
Eso sí, Berizzo asegura que mantiene su apuesta por el buen juego. «Somos un equipo con más empaque, con equilibrio, queremos jugar muy bien al fútbol. El partido se puede abrir en cualquier momento y no hace falta desequilibrarlo. Somos un equipo que aparece con gente en ataque por sorpresa. En la primera parte, había gente de espaldas y nos costó crear espacios. En la segunda, con Wass y Aspas, apareció gente con velocidad», explicó.
Berizzo también asegura que no le preocupa que su equipo no sea todavía el mismo que el del año pasado. «Reconozco diferencias, pero las diferencias existen con un nivel de exigencia muy alto. Podemos jugar mucho peor de lo que jugamos. A veces no sale todo lo bien que queremos, pero nuestras intenciones son siempre las de jugar bien. En Europa, ante un rival como el de hoy, es difícil. Celebro la practicidad del equipo y que sepa que los partidos duran hasta el final. Vencimos por saber estar y por creer siempre en la victoria».
El técnico insistió en este tema. «Preferimos jugar bien a ganar. Pero no es una dicotomía. Yo quiero las dos cosas. Ganar a través de jugar bien. Y no me parece que juguemos hoy un mal partido. Jugamos un partido serio. Nadie nos domina con fútbol y nosotros acorralamos a los rivales. Los últimos minutos se convirtieron en un monólogo del Celta. Ganar significa un motivo de impulso, pero sabemos cuando las cosas las hacemos con criterio», finalizó.