Los bizcochos no sólo están hechos de huevos, harina o azúcar. Los bizcochos caseros están hechos de cariño, de vivencias, de pedacitos de vida disfrutada y saboreada despacito. Ahora que llega el otoño, que pronto refrescarán las temperaturas, os animo a preparar bizcochos en casa, a disfrutarlos con esa gente querida y a vivir despacito y con mucho cariño.
Ingredientes:
200 g harina.
200 g azúcar.
4 huevos (aproximadamente 200g).
200 g mantequilla.
1 cucharadita de extracto de vainilla.
2 cucharaditas de café soluble.
3 cucharaditas de cacao en polvo.
8 g levadura química (tipo Royal).
una pizca de sal.
Preparación:
Batir la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar y el extracto de vainilla, hasta que esté bien aireado.
Añadir los huevos uno a uno y seguir batiendo hasta que estén bien integrados.
Añadir la harina, la levadura y la sal y mezclar hasta que esté bien integrado.
Separamos la masa del bizcocho en tres partes aproximadamente iguales. La primera, la dejamos tal cual está. A la segunda, le añadimos las dos cucharaditas de café soluble y mezclamos bien. A la tercera, le añadimos el cacao en polvo y mezclamos también.
Colocamos las tres masas en el molde, previamente untado con mantequilla y espolvoreado con harina. Procuramos no remover para que no se mezclen las masas.
Horneamos en el horno precalentado a 180ºC durante 45-55 minutos. Los tiempos, cuando tratamos con los hornos, son muy relativos, tenéis que ir vigilando el bizcocho, depende mucho de cómo caliente vuestro horno y del molde que utilicéis. En el mío, le llevó los 55 minutos. Comprobamos si está hecho pinchando con una brocheta de madera. Si sale limpia es que el bizcocho está listo.
Desmoldar cuando esté templado, y dejar que termine de enfriar sobre una rejilla.