En este caso, una de las recetas favoritas de Santa Teresa, sacada de los recetarios del monasterio salmantino de Alba de Tormes, unas patatas guisadas que nos servirán como primer plato sencillo y reconfortante para los fríos días de invierno.
Ingredientes para 4 personas:
4 patatas grandes.
Aceite.
4 rebanadas de pan.
Sal gruesa.
3 dientes de ajo.
Perejil fresco.
Unas hebras de azafrán.
Medio vaso de vino blanco.
Preparación:
Pelamos y lavamos las patatas, las cortamos en rodajas como de 1/2 cm.
Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos las patatas hasta que estén doraditas. Las retiramos y las dejamos sobre un papel absorbente para que pierdan el exceso de aceite. En este mismo aceite caliente podemos freír las cuatro rebanadas de pan, y reservarlas asimismo sobre el papel absorbente.
Colocamos las patatas en una cazuela baja, bien extendidas sobre el fondo.
En un mortero majamos el pan frito, los dientes de ajo, unas hojas de perejil, las hebras de azafrán y unas arenas de sal gruesa. Cuando esté bien machacado lo mezclamos con el vino blanco.
Añadimos esta mezcla sobre las patatas dispuestas en la cazuela; añadimos agua solamente hasta cubrir las patatas ligeramente (si fuese necesario).
Se ponen a hervir las patatas a fuego lento, hasta que estén en su punto.