Delio Fernández y la A.D. Punta Fondón han diseñado un recorrido “más fácil que en la primera edición, pero más exigente en el tramo final”, valora el ciclista profesional del Delko Marseille. La salida se dará en Moaña, en la zona de A Xunqueira, y los primeros 60 kilómetros presentan un perfil llano pegados a la costa. En la parte inicial los corredores completarán la conocida como “volta ao Morrazo” (Moaña-Cangas-Bueu-Marín), pasarán por Pontevedra y disfrutarán del avituallamiento en el ayuntamiento de Vilaboa. “Este primer tramo está pensado para que la gente menos cualificada pueda acompañar la prueba. Es el terreno más fácil que ofrece esta comarca”, apunta Delio.
A partir de ahí, llegará el protagonismo para la montaña. El pelotón cogerá el desvío en dirección al Mirador de A Fraga, en la parroquia moañesa de Meira, para iniciar la subida de 8 kilómetros hasta Cruz da Maceira. “Aunque no tiene ninguna pendiente considerable, alguno ya empezará a notar que las piernas le flaquean. Será un buen aperitivo”, señala el anfitrión de esta cita.
Después de alcanzar el Lago de Castiñeiras y de regresar a Vilaboa, la marcha se aproximará por la PO-554 a la gran atracción de esta segunda edición, el desafío de Chan da Arquiña. La ascensión hasta línea de meta arrancará tras dejar atrás el puente de Rande. En sus 6,8 kilómetros de longitud, con un desnivel medio del 8% y rampas que se sitúan en el 18%, el tiempo de cada uno de los participantes será cronometrado y se establecerá una clasificación con premio para los ganadores. Para Delio se trata “del puerto más exigente que tenemos en O Morrazo. En mis entrenamientos lo utilizo como test cuando estoy en buenas condiciones físicas y se acerca un objetivo importante. Además de su dureza, ofrece unas vistas impresionantes de toda la ría”.
En las próximas semanas la organización anunciará la fecha definitiva de celebración. Todos los inscritos recibirán de regalo un chaleco de alta calidad de la firma italiana Alé PRR.