Obras complejas, de contenidos ricos y para lectores maduros (y un extra para los infantes, que también tienen derecho a leer historieta) que incluso pueden constituir ese regalo que marca la diferencia.
1. Lamia de Rayco Pulido (Astiberri). Barcelona, 1943. Una mujer embarazada, trabajadora en un exitoso consultorio radiofónico, está envuelta en un misterio de crímenes arrabalescos (o no tan de arrabal). La España oscura de la posguerra y género negro mixturados con elegancia.
2. Stuck Rubber Baby, de Howard Cruse (Astiberri). Esta novela gráfica transcurre durante los años 60 en el sur de los Estados Unidos, y es la historia de un joven que afronta su homosexualidad en un proceso de aceptación y autoafirmación. Retratado todo en el contexto de las luchas por los derechos civiles.
3. El ala rota de Antonio Altarriba y Kim (Norma). Se puede definir como la segunda parte de El arte de volar (Premio Nacional de cómic 2010): si en aquel Altarriba y Kim exponían la azarosa vida del padre del guionista, aquí se centran en reivindicar la figura de la madre del escritor en un brillante retrato socio político de la España del franquismo.
4. El tríptico de los encantados de Max (Museo Nacional del Prado). Encargo directo del Museo del Prado a uno de los autores más importantes del cómic nacional, que aborda una mirada hacia el Bosco desde su propio universo estético. Tres relatos inspirados en tres obras de Hieronymus Bosch alojadas en el propio museo.
5. El árabe del futuro 2 de Riad Sattouf (Salamandra Graphic). Segunda parte de una trilogía de la que se han editado dos volúmenes ya: prosigue las memorias del propio autor, un niño que ha vivido los años ochenta a caballo entre occidente (Francia) y oriente (Libia, Siria). Lectura que nos hace entender buena parte del presente internacional a través de su convulso pasado.
6. La chica de los cigarrillos de Masahiko Matsumoto (Gallo Nero). El manga no es solo acción para adolescentes o colegialas de enormes ojos llorosos. Este cómic originalmente publicado durante los años setenta es un retrato de un Japón en tránsito, a medio camino de la posguerra y la sociedad del bienestar, la tradición y la modernidad. Recopilación de relatos breves y cotidianos.
7. Presidente Trump: Dios perdone a América, de Pablo Ríos (Sapristi). ¿Y ahora qué?, se pregunta un Donald Trump estrenando el despacho oval. Pablo Ríos nos brinda, al filo de fin de año, un oportuno librito donde las tiras cómicas alrededor de las primeras horas de Trump como nuevo presidente de Estados Unidos generan gags. Chistes que, en el fondo, nos dan cierto repelús. Porque todo puede pasar.
8. La Visión de Tom King, de Gabriel Hernández Walta y Jordie Bellaire (Panini). Un superhéroe de creciente popularidad gracias a su carisma cinematográfico (miembro de Los Vengadores) recibe un tratamiento en su nueva colección de cómics más cercano a la ciencia ficción especulativa y ética que al tebeo de mamporros y acción. Brillantemente ilustrado por el español Hernández Walta y con un guión de solidez extraña en los productos Marvel contemproáneos.
9. Escapar. Historia de un rehén, de Guy Delisle (Astiberri). El famoso autor de Pyongyang transforma en una absorbente novela gráfica de 432 páginas una entrevista a Christophe André, miembro de una ONG médica en la región del Cáucaso, que relata al dibujante su secuestro durante su primera misión humanitaria en 1997.
10. La grieta de Carlos Spottorno y Guillermo Abril (Astiberri). La mejor descripción de esta sorprendente obra la ofrece el editor: “Después de tres años de trabajo que se inicia en diciembre de 2013, varias portadas, decenas de páginas publicadas en revistas y un World Press Photo, el fotógrafo Carlos Spottorno y el reportero Guillermo Abril se plantean darles otra forma narrativa a las 25.000 fotos y 15 cuadernos de notas completados, para contar lo que ocurre en las fronteras de la Unión Europea.” La realidad más incómoda fotografiada y virada en dura y al tiempo atractiva novela gráfica.
Extra infantil: Para los más pequeños se han editado varias cosas interesantes, entre las que debemos destacar Pequeño Vampir de Joann Sfar, un libro (editado por Fulgencio Pimentel) ideal a partir de siete u ocho años que reúne todas las historias de este vampirito cargado de fantasía y buenos sentimientos. Otra opción de cómic infantil-juvenil es Leñadoras de Noelle Stevenson, Grace Ellis, Brooke Allen y Shannon Watters (Sapristi). Aventuras para todas las edades con protagonistas femeninas con gancho. Definido como “Los Goonies en femenino”.