Berizzo dispuso un once muy parecido al de gala ante el Alavés, apenas reservó jugadores para el duelo copero ante el Real Madrid. Recordemos que el técnico contaba con la baja de Tucu Hernández y que Orellana se quedó fuera de la convocatoria. El único de los teóricos titulares que no partió de titular fue Jonny. Roncaglia pasó a ocupar el lateral izquierdo y Fontás entró en el centro de la defensa.
En la primera parte el Alavés demostró por qué está consiguiendo tantos puntos lejos de Mendizorroza. Fue un equipo muy sólido e intenso que presionó la salida de balón del Celta y asfixió su juego. Aun así, los celestes dispusieron de un par de buenas ocasiones en estos primeros 45 minutos. En ambas fue protagonista Iago Aspas, que por la presencia de Guidetti en el once volvió a jugar escorado a la derecha.
En el minuto 7, el moañés recibió precisamente en banda derecha y le cedió el balón a Wass con túnel incluido a un defensa del Alavés. Aspas se internó en el área y el danés le devolvió la pared. El delantero se plantó solo ante Pacheco. Pero se encontraba un tanto escorado y en vez de rematar optó por pasarle el esférico a Guidetti. Pero este no le llegó al sueco. Un central rival logró despejarlo.
El Celta quería irse arriba, pero le costaba romper las líneas del Alavés. Al borde del cuarto de hora, lo logró Marcelo Díaz enviándole un gran pase a Guidetti. El sueco se plantó ante el meta rival, pero el árbitro anuló la jugada por fuera de juego.
En los siguientes minutos cobró protagonismo Bongonda. El juego de ataque celeste se volcó a la banda izquierda y el belga trató de explotar su velocidad y su desborde. No consiguió generar ninguna oportunidad clara, pero al menos forzó las amarillas del lateral Kiko Femenía y del central Feddal.
El Celta seguía acumulando tímidas llegadas al área (Guidetti no llegó a un buen centro de Mallo desde la derecha y Bongonda remató alto), pero el Alavés también enseñó los dientes. Los vascos, eso sí, no dispusieron de ninguna opción clara.
El conjunto celeste volvió a rozar el gol antes del descanso. Los protagonistas fueron los mismos que en la jugada del minuto 7. Wass recibió un servicio de Rubén Blanco y de primeras le envió el balón a Aspas. Este, otra vez escorado, optó de nuevo por centrar en vez de rematar. Esta vez el balón se paseó por delante de la portería sin que Guidetti llegase a rematar.
El partido se puso de cara para el Celta nada más comenzar la segunda parte. A los pocos segundos de reanudarse el encuentro, el central Feddal cometió una falta sobre Aspas y el colegiado le mostró la segunda tarjeta amarilla. Pellegrino trató de recomponer su equipo dando entrada en el campo al veterano Alexis. Berizzo también aprovechó para hacer el primer cambio. Sentó a a Cabral, que tenía una amarilla y había rozado la segunda en un par de ocasiones, y saltó al campo Jonny, por lo que Roncaglia pasó a formar pareja en el centro de la defensa con Fontás.
El Alavés no se descompuso a pesar de jugar con uno menos. Incluso no renunció a irse al ataque ante un Celta que le estaba regalando un puñado de córners y faltas laterales. Los de Berizzo, por su parte, seguían sin tener demasiada claridad. El único que parecía estar entonado este domingo era Wass, omnipresente en el centro del campo.
En el 57, Roncaglia dispuso de una ocasión clara. Guidetti bajó el balón en el área y se lo cedió al central argentino. Completamente solo, armó un disparo muy potente y demasiado desviado.
Berizzo buscó soluciones en ataque y Rossi, que se había reivindicado en el partido de Copa ante el Valencia, entró en el campo en lugar de Guidetti. Quedaban 20 minutos. En el 74, Aspas cabeceó un centro, pero el balón se marchó fuera.
El Alavés no se echó atrás en los minutos finales. El partido estaba roto y el conjunto vasco dispuso de una oportunidad clarísima para llevarse la victoria. Theo, un puñal por banda izquierda, llegó hasta el área, se plantó ante Rubén y disparó a puerta. El meta celeste, con una mano salvadora, desvió el esférico. El Celta dio la réplica en la siguiente jugada, pero Wass no estuvo acertado.
Los últimos minutos fueron ya de acoso constante a la portería del Alavés y Hugo Mallo a punto estuvo de marcar un golazo en el 86. Su disparo desde fuera del área, sin embargo, se estrelló en el palo. El que no falló fue Radoja en el 88. El serbio recibió un pase de Mallo dentro del área, regateó a un contrario y envió un disparo cruzado para batir a Pacheco. Se desató la euforia en Balaídos y el Celta sumó tres importantes puntos que lo colocan en octavo posición a solo dos puntos de los puestos europeos, a la espera de lo que haga la Real el lunes ante el Málaga.
Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral (Jonny, min. 49), Fontás, Roncaglia; Marcelo Díaz, Radoja, Wass; Iago Aspas (Sergi Gómez, min. 91), Bongonda y Guidetti (Rossi, min. 70).
Alavés: Pacheco; Kiko Femenía, Laguardia, Feddal, Theo; Marcos Llorente, Manu García; Édgar (Vigaray, min. 77), Camarasa (Sobrino, min. 87), Ibai (Alexis, min. 49); y Deyverson.
Gol: 1-0, min. 88: Radoja.
Árbitro: Melero López (colegio andaluz). Mostró tarjetas amarillas a los locales Cabral, Jonny y Fontás; y a los visitantes Kiko Femenía, Alexis, Theo y Édgar. Expulsó a Feddal en el minuto 46 por doble amarilla.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 18ª jornada de Primera División disputado en el estadio de Balaídos ante 15.723 espectadores.