Con 252 acciones a favor, 119 en contra y 6 abstenciones, la junta general extraordinaria de la SA evitaba a las 21:35 horas la desaparición del club deportivo y que la entidad financiera se hiciese con los terrenos de Nigrán como propiedad, pues fueron garantía años atrás para el préstamo que la entidad adeuda aún al banco (2,2 millones de euros).
En una junta con varias intervenciones a favor y en contra del principal punto del orden del día, el presidente tuvo que solicitar el permiso de los accionistas para repetir la primera votación en la que se detectó un desajuste en el número de acciones que votaron respecto a las presentes. Los accionistas votaron a favor de la repetición y esta se produjo. La SA necesitaba dos tercios favorables para poder llevar adelante la hipoteca y los lograron.
La junta, prevista para las 19:00 horas, comenzó con noventa minutos de retraso al tener que comprobar una a una las acciones delegadas.
Entre los asistentes, uno de los accionistas y socio, Santiago Viso, recordó a los presentes que en la situación actual de concurso, el
cierre del club suponía también que Abanca se quedaría con la finca, pues los terrenos ya avalan el vigente préstamo. Otro socio, el expresidente Rodrigo Arbones, apuntó igualmente que el cierre dejaría sin trabajo a más de 60 trabajadores.
Desde el consejo se explicó que la hipoteca conlleva una reducción muy importante en la quita de esos más de dos millones de euros con el principal acreedor, el aplazamiento del pago de la mitad de la deuda resultante a veinte años y la negociación de la otra mitad dentro de dos décadas.
Con este resultado el Náutico puede cerrar el acuerdo con Abanca para garantizar la pervivencia de la sociedad.