Nicolás Troncoso, vicepresidente del Vigo Rugby Club, señala que esta gira por tierras irlandesas pretende que los más jóvenes del club «conozcan el rugby donde ha nacido y donde es realmente importante, que intercambien experiencias con otros equipos de nivel y se formen en el plano deportivo y personal». Este año participarán en la experiencia un centenar de niños de la escuela, desde la categoría de sub10 hasta los equipos sénior, masculino y femenino. En total, el club tiene previsto desplazar a Dublín a unas 150 personas en la última semana de junio, una vez finalizada la temporada deportiva y el curso escolar.
El coste del proyecto es elevado, y para ello el club vigués ha puesto en marcha numerosos actos y actividades con los que pretende recaudar fondos para su financiación y que refuercen la vinculación del club con la ciudad.
Y en la ciudad olívica, el referente deportivo es el Real Club Celta. El rugby ha recurrido a su hermano mayor, el fútbol, para que le ayude a financiar su anhelada gira por Irlanda. El Vigo Rugby Club cuenta con la colaboración de Iago Aspas, jugador del Real Club Celta, y de Denis Suárez, del FC Barcelona, para poder cumplir el sueño de niños y mayores de jugar en la Isla Esmeralda.
Aprovechando la visita de integrantes del Vigo Rugby Club a A Madroa, el jugador céltico donó dos camisetas firmadas, una del Celta y otra de la Selección Española, mientras que Denis hizo lo propio con la camiseta del Barça durante sus vacaciones navideñas. Estas serán el premio principal de la venta de rifas que ha puesto en marcha el Vigo Rugby Club con las que intentará financiar parte del desplazamiento, que contará a su vez con otros premios en forma de camiseta del Vigo Rugby Club firmada por todos sus jugadores y botella de Marqués de Vizhoja.
Esta es una más de las iniciativas que los jugadores del club están llevando a cabo, como la apertura de un Furancho en la Fiesta de San Blas en Bembrive, frente a la Iglesia, y que pretenden repetir un año más en A Brincadeira. La crisis, en este caso, obliga al deporte a buscar nuevas vías para financiación.