En todo este proceso, que no ha sido precisamente una tarea fácil ni tampoco una consecución repentina, han ayudado las campañas de concienciación en los medios de comunicación y la colaboración de numerosos organismos, además de una labor paciente y constante en las aulas, sobre todo en las de los más pequeños. Hoy, y muchas ocasiones con la ayuda de la tecnología y con una conciencia ciudadana más comprometida que hace varias décadas, las personas discapacitadas pueden acceder a casi todas las oportunidades que presenta la vida cotidiana: transporte, estudio, trabajo, deporte…, sin embargo, todavía queda mucho camino y muchas reivindicaciones por resolver.