Algo de eso habrá porque la climatología que se está presentando no parece la propia de un mes invernal y se acerca mucho más al estío del verano. Las playas del entorno de la ciudad de Vigo se llenan de paseantes animados por el buen tiempo y las temperaturas cálidas, e incluso algunas personas, intrépidas, se aventuran a bañarse. Y la ría de Vigo, de singular belleza, y con unas aguas que se presentan tranquilas y con brisas suaves, se prestan para las delicias de la navegación deportiva, para el viaje en barco de pasaje entre ambas orillas, o simplemente para el disfrute de un paisaje que a veces no apreciamos en la medida que en realidad le corresponde.