Y es que las previsiones señalan que la temperatura en Járkov este jueves oscilará entre una máxima de 4º y una mínima de 0º. Se espera que el termómetro marque a la hora del encuentro (21:05 en España y 22:05 en Ucrania) 1º, aunque la sensación térmica sí que estará bajo cero. Tampoco se esperan grandes precipitaciones (no habrá nieve), aunque el cielo sí que estará nublado.
Teniendo en cuenta que la primavera ha llegado de manera anticipado a Vigo (durante toda esta semana se registrarán máximas cercanas a los 20º), los jugadores del Celta notarán el contraste. Pero podía ser mucho peor, ya que la media histórica en el mes de febrero en Járkov es de -3º de máxima y -9º de mínima. Sin ir más lejos, el pasado jueves los termómetros de esta localidad ucraniana registraban -15º a media tarde.
Recordemos que el partido se jugará en el Metalist de Járkov, ciudad a la que se ha mudado el Shakhtar recientemente tras disputar sus partidos en los últimos años en Lviv (Leópolis), una localidad al este del país, cercana a la frontera con Polonia. El equipo minero tuvo que exiliarse cuando estalló la guerra en Ucrania, que ha golpeado especialmente a Donetsk, ciudad en la que está radicado el club.
Al Celta le espera un largo viaje hasta Járkov. Alrededor de 3.500 kilómetros separan esta ciudad de Vigo. La expedición partirá el miércoles a las 8:00 desde Peinador y aterrizará en torno a las 13:00 (14:00 hora local) en Ucrania. Por lo que a los celestes les espera un vuelo de prácticamente cinco horas. Ese mismo día por la tarde el Celta se entrenará en el estadio Metalist. La plantilla céltica emprenderá el viaje de regreso nada más acabar el partido y se espera que llegue a Peinador a las 6:30 de la mañana del viernes.
Por otro lado, Andreu Fontás, que este lunes acudió a sala de prensa, señaló que no espera que el frío sea un factor determinante. «La verdad es que no. Sí que todo el mundo tiene en mente que va a hacer muchísimo frío. Pero creo que será soportable. Es más, creo que el frío va a ser más problema para los que no juegan que para los que juegan. Una vez estás en activo es difícil pasar frío. En el banquillo y fuera creo que sí que se va a pasar un pelín peor. Pero no creo que nos tenga que afectar mucho, tiene que ser algo totalmente secundario y hay cosas para resolverlo y para no tener que sufrir», dijo.
El central también aseguró que no le preocupa demasiado el estado del terreno de juego del estadio Metalist. «Hace poco jugamos ante el Leganés y te aseguro que el campo estaba durísimo. Al final los futbolistas estamos acostumbrados a jugar en todo tipo de campos. Ahora Balaídos es un ejemplo, no está en las mejores condiciones posibles. Los jugadores nos adaptamos y si está duro, habrá que usar otro tipo de taco y y está. No hay problema. Aunque no es lo ideal, preferimos un campo más blando. Supongo que por el frío estará duro, pero nos adaptaremos sin problema», comentó.