Sin embargo, las alteraciones climáticas, con inusuales calores a destiempo, han contribuido a la floración adelantada de ciertas especies. Y luego, con las lluvias y el viento, los parques y las aceras de las calles se han ido cubriendo de flores, formando una alfombra natural que conduce hacia una época del año en la que los grises se tornarán, un años más, de vivos colores. Ya está asomando la primavera.