Con 18 grados a las nueve de la noche, Vigo disfrutó de un día de verano en pleno invierno. Cielos absolutamente despejados y termómetros a 27 grados provocaron que las terrazas de la ciudad se abarrotasen durante toda la jornada. Samil se convirtió una vez más en la playa más concurrida por los vigueses y el resto de la Ría también vio como sus arenales recibían a cientos de personas.
Las Islas Cíes, por ejemplo, alcanzaron los 22 grados y en el aeropuerto de Peinador se superó los 24. Y no se queda aquí, porque este viernes las temperaturas rondaron de nuevo los 25 grados. ¡¡A disfrutarlo!!