Como estaba previsto, Eduardo Berizzo optó por una versión muy similar a la de su once de gala. Solo hubo dos cambios respecto al encuentro ante el Krasnodar. Roncaglia entró en el eje de la zaga en lugar de Fontás y Theo Bongonda fue titular en la banda izquierda del ataque sustituyendo a Pione Sisto.
Berizzo, sin embargo, tuvo que variar sus planes muy pronto. En la primera ocasión que dispuso el Celta, en el minuto 6, Guidetti cayó lesionado. El sueco recibió un pase de Wass, se marchó de Arribas con un buen regate, se internó en el área y se dispuso a rematar. Pero en vez de darle al balón le dio al pie de Celso Borges. El árbitro señaló falta del céltico, que de inmediato se resintió de su rodilla derecha. Guidetti no pudo continuar y cinco minutos después de está jugada entró en su lugar Beauvue. El francés se situó en la punta del ataque y Iago Aspas permaneció en la banda derecha.
Esta lesión provocó que el Celta, que había saltado al campo con la intención de tener el balón e irse hacia arriba, perdiese su ímpetu inicial. A partir de este momento, se vivió una primera parte muy tensa, con pocos espacios y escasas ocasiones.
Eran los celestes los que tenían el esférico, pero lo movían en su propio campo. Cuando se decidían a mirar hacia adelante, no encontraban espacios. El Celta solo conseguía llegar al área rival con balones largos que eran bajados por Beauvue, que hizo gala de toda su potencia física.
Al filo de la media hora, por fin pudo aparecer Iago Aspas en ataque. Recogió el balón en la banda derecha y se fue hacia al área. Disparó a puerta, pero el remate se estrelló en un rival. Bongonda recogió el rechace en la frontal y tiró muy desviado ante la desesperación de Aspas, que se encontraba solo en el área y le reclamó al belga que le cediese el esférico.
Los mejores minutos del Celta llegaron en los últimos minutos de la primera mitad. En el 38, por fin pudo trenzar una jugada larga en las inmediaciones del área rival. En una extraña acción, Lux acabó saliendo de su área para perseguir a Aspas. El moañés trató de marcharse y aprovecharse de que no había portero. No consiguió rematar.
El Deportivo respondió con un par de acciones de Álex Bergantiños. En la primera, el deportivista le ganó la espalda a la zaga céltica. Apareció de manera providencial Radoja para enviar el balón a córner. En la segunda, Juanfran recibió casi en línea de fondo y envió el pase atrás para Bergantiños. Su peligroso disparo impactó en Roncaglia. El Celta sufría por la banda de Jonny, que no se estaba mostrando demasiado acertado.
El encuentro había ganado en ritmo y segundos después se produjo la réplica del Celta a la contra. Beauvue ganó un balón en mediocampo y asistió a Wass. El danés, que estaba acompañado por Aspas, encontró pasillo y cuando se disponía a disparar, apareció un rival para enviar el balón a córner. Y así se llegó al descanso, con empate en el marcador tras una primera parte intensa, con poco juego y que adquirió más ritmo en los últimos minutos.
La segunda parte comenzó con un susto mayúsculo para el Celta. Cuando solo habían transcurrido unos pocos segundos, Roncaglia, en la frontal del área, intentó golpear el balón, pero le dio una patada al aire. Borges, que se encontraba presionando al argentino, se hizo con el esférico y encaró a Sergio. El meta celeste salvó a su equipo en el mano a mano.
Al margen de esta acción, el Celta saltó un poco dormido al campo en la segunda mitad. Al equipo celeste le estaba faltando chispa e ideas en ataque. Eso sí, en defensa no sufría en exceso ante un Deportivo bastante tímido.
A 20 minutos para el final, Berizzo buscó soluciones en el banquillo. Pione Sisto entró en el campo sustituyendo a un poco acertado Bongonda. El técnico buscaba frescura y potencia para romper las líneas del ordenado Deportivo.
Y entonces llegó el gol del Celta. Wass cambió el juego hacia la derecha, donde se encontraba Beauvue. El delantero puso un centro perfecto al corazón del área y Iago Aspas, llegando desde atrás, se adelantó a los defensas para meter el exterior del pie derecho y desviar el esférico a gol. El moañés, que se había desquitado en la primera vuelta al marcarle sus primeros tantos al Deportivo, también fue decisivo este domingo en Riazor.
Faltaba un cuarto de hora y tocaba enfriar el partido. Lo cierto es que el Celta no sufrió en exceso para conservar su renta. Al Deportivo le faltaban ideas y no gozó de ninguna ocasión en los últimos minutos. Se limitó a colgar balones al área. Los vigueses, por su parte, trataban de aprovecharse de los espacios que dejaba su rival, pero tampoco consiguieron mover el electrónico. Al final, una victoria que certifica que el Celta reina en Galicia.
Deportivo: Lux; Juanfran, Arribas, Albentosa, Luisinho; Álex Bergantiños, Mosquera, Borges; Bruno Gama (Carles Gil, min. 59), Fajr (Emre Çolak, min. 77); y Joselu (Andone, min. 65).
Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Wass (Jozabed, min. 85), Tucu Hernández; Iago Aspas, Bongonda (Pione Sisto, min. 70) y Guidetti (Beauvue, min. 11).
Gol: 0-1, min. 74: Iago Aspas.
Árbitro: Martínez Munuera (colegio valenciano). Mostró tarjetas amarillas a los locales Luisinho, Mosquera, Emre Çolak y Lux; y a los visitantes Cabral, Tucu Hernández, Pione Sisto y Hugo Mallo.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 28ª jornada de Primera División disputado en el estadio de Riazor ante 30.760 espectadores, unos 1.000 de ellos seguidores del Celta.