En el entorno del monte A Picaraña se pueden encontrar caminos que avanzan entre todo tipo de árboles autóctonos, y que dan acceso a determinadas localizaciones con vistas panorámicas de gran belleza. En algunos de esos recorridos de la villa del Tea también se pueden encontrar piedras enormes de formas caprichosas y de equilibrios casi imposibles, que la naturaleza se ha encargado de poner en determinados rincones para despertar la admiración de quienes las contemplan. Entre ellas se puede destacar la conocida como “Piedra de los enamorados”, la “Piedra el equilibrio”, y la conocida como “La caja”, que se muestra en esta fotografía. Todas ellas , como decimos, constituyen un atractivo exclusivo para el amante de la naturaleza.