Una sierra de carpintero cortó en dos la mano del paciente. Un pariente de la víctima tuvo el acierto de envolver el trozo seccionado y meterlo en hielo, haciéndole un torniquete en el brazo. Lo trasladaron urgentemente a Povisa y el cirujano plástico y reconstructor Enrique Moledo, con la ayuda de su equipo de profesionales y luego de siete horas de microcirugía, de una operación quirúrgica extremadamente minuciosa, consiguió reimplantarle los dedos. No es la primera vez que el equipo humano de POVISA deja constancia de su enorme nivel de calidad y profesionalidad, de unos resultados finales médicos que son el mejor exponente de una calidad hospitalaria que constituye un referente en toda España.