Muñoz, que estuvo acompañada por los concejales Miguel Fidalgo y Elena González, y por el delegado autonómico, Ignacio López-Chaves, ha lamentado “el abandono de Matamá por parte de un gobierno que tiene 97 millones de euros en caja”.
Así, expone la portavoz popular, “teniendo la tesorería llena y pagando unos impuestos tan altos, no se entiende que no se cubran peticiones básicas que nos han trasladado los vecinos”, como la necesidad de mejorar y terminar asfaltados, realizar aceras y arreglar marquesinas y lavaderos.
En este contexto, durante el encuentro –en el que participaron la propia Asociación de Vecinos, el Centro Cultural, la Asociación de Montes, la Comisión de Fiestas o la Asociación del Cementerio de Matamá-, los parroquianos señalaron que la carretera de la balsa, asfaltada hace poco, carece de al menos una acera con la correspondiente canalización por debajo.
Asimismo, la media docena de lavaderos con los que cuenta la parroquia están abandonados y sin pintar; las barandillas del palco de la música están completamente oxidadas; hay muchas zonas en las que no se limpia; y en el aparcamiento de la AAVV habría que pintar y hacer un muro de contención que evite que la tierra siga cayendo.
La portavoz popular ha recordado también que el alcalde no ha cumplido las promesas realizadas en la parroquia durante la última campaña. Así, expone, han pasado ya dos años y en Matamá sigue sin saberse nada de un nuevo pabellón polideportivo ni del compromiso de cubrir el patio del colegio público Josefa Alonso de Alonso.
Ronda por las parroquias
Sobre esta base, Muñoz Fonteriz ha mostrado su sorpresa porque el alcalde “presuma de lo bien que está Vigo cuando se da la espalad a cosas muy fáciles de solucionar”. “Hay muchas necesidades en Matamá”, ha incidido, señalando que, durante las próximas semanas continuará su ronda de contactos por otras parroquias de Vigo con el objetivo de seguir escuchando las demandas y propuestas de los vecinos.
En este marco, la portavoz popular ha avogado, una vez más, por impulsar un plan especial destinado a la mejora de la calidad de vida en las parroquias de Vigo. “Queremos un Vigo mejor y más igualitario. Un porcentaje muy elevado de vigueses viven en las parroquias, y éstas están abandonadas. Pedimos una apuesta decidida por el rural que se traduzca en una mejora significativa en el transporte, en las humanizaciones, en el patrimonio, en los saneamientos y abastecimiento, en la limpieza o en el urbanismo”, ha concluido.