Los hechos sucedieron a las 14:00 horas en el acceso a la AP-9, sentido Vigo, a la altura de la rotonda del parque de Bomberos, próximo a la Comandancia de la Guardia Civil. Una patrulla del Destacamento de Tráfico de Pontevedra, que regresaba de servicio, se percató de que un vehículo, que estaba accediendo a la autopista, circulaba de una forma muy extraña y con muchas dificultades para avanzar en la marcha.
Al interceptar el turismo comprobaron que tenía las ruedas pinchadas y llevaba la defensa delantera totalmente descolgada y rozando el pavimento. Al mismo tiempo, se percataron de que el conductor, de 62 años, vecino de Pontevedra, se mostraba totalmente desorientado. «No era consciente ni de las dificultades que tenía para circular con el vehículo en esas condiciones y mucho menos de la gravedad de la situación que podía haber generado si consigue incorporarse a la autopista», explica la Guardia Civil en un comunicado.
Para solucionar el incidente fue necesario el servicio de una grúa que retiró el vehículo de la vía y el apoyo de una ambulancia que se hizo cargo del conductor.
Posteriormente se pudo saber que, momentos antes, esta persona no se percató de que había golpeado un coche que estaba estacionado en la Porteliña (Poio) y continuó la marcha, con una velocidad muy moderada, en dirección a Pontevedra, sin ser consciente ni del estado del vehículo, ni ser capaz de interpretar las señales de aviso que le daban los demás usuarios, hasta que fue interceptado por la Guardia Civil.
Desde el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra se quiere resaltar que es muy importante alertar a través del número de teléfono 112 o el 062 cuando nos encontremos un caso similar al anterior, y a las personas que se encuentren en este tipo de situaciones, recordarles que lo que deben hacer es detener su vehículo en el lugar menos peligroso para la circulación y ponerlo inmediatamente en conocimiento de los teléfonos anteriores para proceder a su auxilio en evitación de cualquier accidente.