Según han informado fuentes del cuerpo municipal, los hechos se produjeron en torno a las 08.15 horas, cuando la Central de Información y Mando recibió el aviso de que una persona se encontraba sentada en la cornisa de la terraza de una vivienda, con riesgo de caída.
Una patrulla se dirigió al lugar indicado y, una vez allí, observaron como un transeúnte que estaba en un cajero automático les señalaba hacia la terraza de un edificio, donde una mujer de avanzada edad estaba con las piernas colgadas hacia el vacío y sentada en una cornisa.
Los agentes avisaron de forma inmediata a los bomberos y a una ambulancia. Uno de los policías se quedó en la vía pública para evitar el paso de peatones por la acera donde se ubica el edificio, a la vez que trataba de conversar con la octogenaria. Rápidamente el otro agente subió al sexto piso, abrió la puerta y salió al tejadillo en el que la mujer estaba sentada. La sujetó por un brazo y la tranquilizó.
Instantes después, se presentó un tercer policía, integrante de otra unidad, cuya ayuda también resultó vital para ayudar a su compañero a introducir a la anciana en el interior de la terraza. Ésta presentaba signos de desorientación y, tras ser reconocida por el facultativo de la ambulancia que acudió al lugar, fue trasladada a un centro hospitalario.