Además, el coche, un BMW serie 3, circulaba muy rápido y realizó un giro brusco hacia la calle Conde de Gondomar, en dirección a la Avenida de Madrid. Por ello, los agentes fueron tras él con los dispositivos acústicos y luminosos activados para intentar que detuviese la marcha.
Pese a ello, el hombre mantuvo su conducción temeraria mientras avanzaba en sentido descendente por el carril de servicio de la Avenida de Madrid. Mientras iban detrás del automóvil fugado, que iba esquivando los vehículos que se encontraba por medio, los agentes comprobaron que su cuentakilómetros marcaba los 120 kilómetros por hora.
Posteriomente, el turismo cruzó en rojo el semáforo situado a la altura de la calle Loureiro y al llegar a la altura del Camiño Ramona se topó con un vehículo al que no pudo esquivar, por lo que la policía aprovechó para ponerse en paralelo a él y exigirle que se detuviera. Aún así, hizo caso omiso y trató de continuar con su fuga. Con todo, finalmente dio un volantazo en dirección hacia los policías e impactó con su automóvil contra el coche patrulla.
Debido a la colisión, el vehículo perseguido tuvo que detenerse, momento en el que los agentes bajaron del coche para dirigirse al individuo y darle instrucciones para que se apease en varias ocasiones. Nuevamente, el varón desoyó sus órdenes y se mantuvo dentro del turismo, por lo que los actuantes tuvieron que sacarlo pese a la agresividad que mostró el sujeto.
Una vez inmovilizado procedieron a su detención, observando que presentaba evidentes síntomas de encontrarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas, por lo que fue requerido para someterse a la prueba de alcoholemia, a lo que se negó en todo momento.
Así pues, fue arrestado por presuntos delitos contra la seguridad vial, negativa a someterse a la prueba de alcoholemia, desobediencia grave y conducción temeraria.