¿Cómo recibió ese público la propuesta única de Crystal Fighters? En términos generales fue evidente que arrasaron, provocaron el baile hedonista y gozoso de ese par de decenas de miles de personas, y Castrelos disfrutó esa mezcolanza de melodías pimpantes, regusto folclórico (latinoamericano) y sonoridades electrónicas de pista de baile. Sin embargo tanto por los comentarios in situ como en redes sociales se ve que polarizaron opiniones, al todo o nada, cara o cruz: su propuesta no deja indiferente ya que es en cierto modo extrema, un pastiche entre lo facilón y lo refinado, entre la autenticidad y el pegote (al firmante aún le convencen, conste en acta). El concierto fue la típica fiesta Crystal, entre el misticismo pangeático y la ‘rave’ afterhours, acaso con un sonido algo modesto (apenas se escuchaban las percusiones de la txalaparta, un instrumento del folclore vasco que es signo de identidad de los londinenses).
Comenzaron con “Yellow sun”, que ya puso al respetable en el camino de su fórmula efectista y efectiva. Y sonaron sus “must”, todos: “Follow”, “I love London”, “Good Girls”, un apoteósico “You and I”, “Bridge Of Bones” o “All Night”. Todo en un escenario decorado con una reproducción de la portada de su último disco, “everything is my family”, y elementos vegetales. Con un sexteto imparable, brincando y bailando sin descanso (y sin coreografías, expresión espontánea), fervorosamente aplicado a la gran fiesta/verbena. Que se hable de entrega sin parangón o de impostura va en gustos.
Pedazo concierto se han marcado en #Vigo, ante 25.000 personas, los chicos de @crystalfighters ???????????????????????????? pic.twitter.com/XFx3MwWELP
— Rafa Valero (@ValeroRafa) 3 de agosto de 2017
Antes de saltar la banda a la arena, Abel Caballero salió al escenario y anunció 10 conciertos en Castrelos para el año que viene, entre ellos uno que congregará “un millón de personas”. Pero lo mejor fue cuando presentó a la banda «hoy traemos a Cristian Fighters». Cristian, Christian… escríbase al gusto, lo repitió una segunda vez. Maravillosos lapsus.