No vigilaba a los conductores, tampoco los grababa ni multaba. Se trataba, en definitiva, de un helicóptero dedicado a la revisión de líneas de alta tensión, pero los vecinos de Mos, sorprendidos por su presencia y su vuelo raso, comenzaron a sospechar y muchos de ellos avisaban en las redes sociales de la presencia del «vigilante».