Muchos son los autores que una vez finalizado su manuscrito se encuentran con el gran reto de imprimir su libro. En un sector fuertemente golpeado por la crisis y saturado de títulos, abrirse paso en la distribución de la mano de una gran firma editorial es cada día más complicado. No obstante, la pulsión del artista por dar a conocer su obra ha impulsado nuevas vías de divulgación como la autoedición o la coedición, dos modalidades que hoy en día suponen algo más del 10 % del mercado editorial en España, según estima la plataforma Bubok.
Si bien la autoedición se ha considerado tradicionalmente, y de forma injusta, algo poco serio o riguroso, grandes plumas de la literatura tuvieron que recurrir a este recurso en algún momento de su carrera: Jorge Luis Borges, con su Fervor de Buenos Aires, Lewis Carroll, ni más ni menos, para dar a conocer su Alicia en el país de las maravillas o Edgar Allan Poe, cuando no encontró a nadie que quisiera llevar a imprenta su primer poemario Tamerlan and Other Poems.
Hoy en día, gracias a plataformas como la mencionada Bubok, Penguin o Amazon el sector de la autopublicación no solo se ha profesionalizado, sino que es una realidad al alcance de cualquier escritor que quiera lanzar su obra tanto en formato impreso como digital. Este modelo, importado de Estados Unidos, donde el número de libros autoeditados ha crecido en un 287 % desde 2006, ha llegado a nuestro país para quedarse. Solo hay que ver el éxito de la escritora Laura Ferrero, que tras publicar su novela Piscinas Vacías con Caligrama y alcanzar en solo dos semanas la posición 30 de Amazon, recibió una oferta de Alfaguara para publicar la obra también por la vía tradicional. A veces los sueños se hacen realidad.
Entre las principales ventajas de imprimir tu propio libro está el control absoluto que tiene el autor durante todo el proceso, lo que conlleva también una gran responsabilidad, por lo que es muy recomendable rodearse de buenos profesionales. La primera fase es la edición, debe llevarse a cabo una corrección ortotipográfica y de estilo del manuscrito. En este caso es importante contar con la colaboración de un corrector profesional que sea capaz de detectar los vicios gramaticales o léxicos del autor.
A continuación vendría la maquetación, dar forma al libro. En este caso, la ayuda de un diseñador gráfico especializado en publicaciones puede ser clave. Una vez finalizado el diseño del libro debemos elegir una imprenta para hacer la primera tirada. Lo mejor es seleccionar una compañía especializada en imprimir libros online. Hoy las imprentas especializadas más potentes te dan la oportunidad de imprimir hasta un solo ejemplar del libro. De este modo puedes estar seguro del acabado final antes de realizar una tirada más grande.
La encuadernación del libro es otro de los procesos más delicados. Es la primera impresión que el público tendrá de la obra. No solo es importante elegir un buen diseño de portada, sino que es imprescindible que tu imprenta te ofrezca la posibilidad de elegir entre una encuadernación de tapa dura o blanda, un acabo mate o brillo o incluso diseñar una sobre cubierta que proteja los lomos del ejemplar. Un buen proveedor te asesorará en función de tu presupuesto, de la tirada que quieras hacer y del tipo de obra: temática, público objetivo, grosor, gramaje o diseño.
Una vez hayas conseguido encuadernar e imprimir el libro solo tienes que hacer una pequeña investigación sobre las principales plataformas, las contraprestaciones que te ofrecen y en cuál de ellas la obra puede funcionar mejor.
Aunque todo este proceso pueda resultar algo tedioso, las ventajas frente a la publicación tradicional son muy interesantes: las principales editoriales ofrecen como mucho un 10 % al autor sobre los beneficios de venta, en cambio la autoedición no solo puede llegar a cubrir la inversión, sino dejar unos márgenes del 100 % al autor.
Puedes elegir el número de ejemplares que vas a publicar, así como los lugares donde se va a distribuir tanto físicos como digitales, muchas veces en función del tipo de obra es preferible que se publicite en pequeñas librerías o locales que en grande superficies, por aquello del boca a boca. La autopublicación permite, además, elegir cuando lanzar la obra, seleccionar la época del año que coincida con ferias literarias importantes o bien con fechas señaladas como Navidad o el Día del libro. Sin duda, la principal ventaja de imprimir tu libro es el mimo a los detalles, elegir el diseño, el gramaje del papel, el tamaño de la letra, las tinturas, el tipo de encuadernado e incluso la posibilidad de hacer una prueba en pantalla o incluso en formato físico para asegurarse del acabado final. Un ejemplar que destaque entre el mar de títulos, puede ser el gancho perfecto.