En este caso no se trata de algo demasiado complejo ni muy comprometido, pero sí incómodo: se ha roto —o lo han robado— el botón de la cisterna de un conocido bar del Casco Vello de Vigo. Ese tipo de botón, precisamente, es uno de los objetos más contaminados de la vida cotidiana, junto con los teclados de los ordenadores y los teléfonos, objetos en donde los microorganismos fecales se mueven y se desarrollan a sus anchas. Sin embargo, a pesar de su enorme contaminación, nadie se preocupa de limpiar y desinfectar esos botones, la mayoría de las veces por desconocimiento de su suciedad. Si los usuarios tuvieran la oportunidad de observar esos microorganismos con ayuda de un microscopio, se asustarían mucho más que en una de las mejores películas de terror; verían auténticos monstruos microscópicos con una apariencia escalofriante. Pero en esta vinoteca en donde les han robado el botón de descarga de la cisterna, lo han solucionado con mucho ingenio. Un corcho que, llegado el caso, se puede cambiar a diario sin necesidad de lavarlo.