Que el pasado 3 de noviembre se haya situado, con 25,2 litros por metro cuadrado, como una de las jornadas con más precipitaciones de 2017 supone un claro indicativo de cuál ha sido el comportamiento meteorológico de los últimos meses.
Los tres días seguidos de mal tiempo se esperaban con ansia pero en total sólo dejaron 38,9 litros por metro cuadrado, tal y como revelan los datos de la estación principal de Meteogalicia en Vigo, situada en la avenida de Madrid. Entre miércoles, jueves y viernes apenas se superó al día más lluvioso del año, el pasado 3 de marzo, cuando cayeron 36,2 litros por metro cuadrado.
Desde esa fecha apenas ha habido cifras reseñables. Muy atrás quedan ya finales de enero y principios de febrero, cuando la ciudad registró varios días seguidos de lluvias persistentes y de entidad.
Con este panorama, la actualización publicada este martes por Augas de Galicia, ente que se encarga de la gestión de Eiras y Zamáns, sitúa al primero de ellos al 43,95 por ciento de su capacidad y al segundo al 40,87 por ciento. De ahí que lejos de mejorar con esas últimas lluvias, la situación haya empeorado.