Cuando viajamos por el Principado, por Cantabria o el Pais Vasco vemos un paisaje natural parecido al nuestro con más o menos prado o más o menos eucaliptos, pero donde existe una gran diferencia es en la mano del hombre, es decir en las construcciones y en el urbanismo.
En estas otras regiones las viviendas unifamiliares sean nuevas o antiguas están todas recebadas y pintadas con bastante más acierto que en Galicia, y se comprueba que la construcción en general guarda una cierta línea conforme a la arquitectura tradicional de la zona.
También es notorio que los cierres de las viviendas no suelen recurrir al bloque de cemento que tanto abunda en nuestras aldeas, y el cableado de luz y teléfono no es tan ostensible como en nuestro rural.
Por otra parte si Vd. se pasea por la villa de Allariz podrá gozar de un urbanismo ciudado en casas, vías, jardines y en general en su conjunto, muy diferente a pueblos de tamaño parecido de otras zonas de Galicia.
En esta villa orensana comenzaron con esta política en los años 80 y ya en 1994 les fue concedido el premio Europeo de Urbanismo por su gran labor, lo cual quiere decir que si en Allariz se ha podido hacer también sería posible en otras villas de Galicia.
Desgraciadamente en el resto del rural gallego en estos años se han seguido cometiendo absolutas tropelías en la construcción de edificios y viviendas, lo cual tiene ahora muy mal arreglo.
Pero incluso hoy en día con las zonas que aún no están muy degradadas sería imprescindible que la administración autonómica hiciera un plan ambicioso junto con las diputaciones y los concellos para que el problema no fuera a más, y abordar el problema con fondos suficientes y una gran política de mentalización en colegios, obras con las escuelas-taller municipales y también de divulgación en la TVG para que dentro de unos años se notara una cierta mejoría.