Es una de las muy pocas ciudades españolas que tienen las cuentas saneadas e incluso con superavit. El alcalde de Vigo, la ciudad más importante e industrial de Galicia, Abel Caballero, sigue siendo muy criticado y atacado sin piedad por sus detractores, pero hasta la fecha no han conseguido derrocarlo, ni a él ni a su equipo de gobierno. Por contra, la gestión del equipo municipal actual es aprobada y aplaudida por la mayor parte de la ciudadanía viguesa, con independencia de la tendencia política; además, su honradez, hasta la fecha, resulta imbatible a toda prueba. La imagen de la ciudad de Vigo está lejos de resultar distorsionada como en la imagen de las columnas de la Plaza Elíptica. Vigo presenta una imagen que se proyecta con luz propia al resto de España y más allá de sus fronteras.