El puerto deportivo de Davila acoge estos días a dos de los barcos más impresionantes que surcan las aguas del todo el planeta. En su dársena recala habitualmente el «Xarifa», goleta de principios del siglo XX que fue reformada en Rodman en 2014, y desde la madrugada de este sábado también cuenta entre sus visitantes al «Gitana 17», el último diseño en trimaranes oceánicos.
El «Gitana 17» llegó directamente desde Salvador de Bahía (Brasil), donde el pasado mes de noviembre acabó la famosa regata Transat Jacques Vabre, de gran tradición en Francia para navegantes a dos.
A bordo del espectacular trimarán que arma la familia De Rosthschild, el patrón Sebastien Josse logró acabar en segunda posición en la clase Ultime. La embarcación, recién botada, cubría así su primera prueba preparatoria para realizar en 2019 la Vuelta al Mundo en solitario.
Diseñado por Guillaume Verdier, responsable también del último proyecto de Nueva Zelanda que conquistó la Copa América de Vela, este trimarán está valorada en un cifra que podría rondar entre 15 y 20 millones de euros. El «Gitana 17» ha sido definido por muchos como un «barco volador», cuenta con foils en las derivas laterales y en los timones, lo que le hace despegar literalmente sobre el agua. Con 30 metros de eslora, su objetivo ahora es pulir todos los detalles para partir desde Brest junto a otros maxi trimaranes a la regata Vuelta al Mundo a Vela en solitario.
Su entrada en la Ría de Vigo se produjo la madrugada del sábado y estaba previsto que tan solo durase unas horas para cambiar de tripulación y continuar su camino hasta Francia, pero a última hora hubo cambio de planes y el trimarán amarró en Davila.
Todavía no está prevista su salida y este lunes pudo ser admirado junto al «Xarifa», la esbelta goleta que a menudo recala en Davila. Sus líneas son todo lo contrario del moderno «Gitana». Con una eslora de 44,90 metros, una manga de 8,55 y un calado de 4,55 metros, el «Xarifa 1927» desplaza 269 toneladas y el casco está construido en chapa de acero remachada.
Su cubierta de teka y sus dos camaretas son solo un pequeño detalle de los lujos que oculta en su interior. Salones, comedores y camarotes vetados a solo unos pocos. Ahora con bandera de Panamá, la goleta fue botada en 1927 tras ser construida por el astillero JS White & Co con diseño del arquitecto naval Joseph M. Sope, muy cerca de la Isla de Wight (Reino Unido) en 1927.
Barco de regatas, pesquero, buque científico, plató de cine, con el rodaje de varias películas de Orson Welles, o escenario de grandes fiestas de la «jet-set» monegasca, acabó en manos de la actual empresa hace dos años, que decidió realizar una rehabilitación a fondo. El resultado luce a cientos de metros de distancia y resplandece cuando se puede tocar. Una placa de bronce del astillero original «Samuel White» indica con claridad la nobleza de una goleta que mantiene las clásicas líneas de época con la que fue construida