Es una gran opción para introducir las legumbres en nuestra dieta, los peques de la casa, probablemente aceptarán más gustosos estas pequeñas croquetitas o que un plato de potaje. Además, se trata de una opción vegetariana (vegana, si utilizáis yogur de soja) repleta de buenos nutrientes. Acompañados de una ensalada completa, o precedidos de una crema de verduras, tenemos un plato completo y nutritivo.
Ingredientes para 4 personas:
200 gramos de garbanzos.
1 cebolla pequeña.
2 dientes de ajo.
unas hojas de perejil fresco.
unas hojas de cilantro fresco.
1/2 cucharadita de comino molido.
1/2 cucharadita de pimentón.
1/4 cucharadita de canela molida.
1 cucharadita de levadura química {tipo Royal}.
1/2 cucharadita de sal.
harina de garbanzo para rebozar.
aceite para freír.
Para la salsa de yogur:
1 yogur natural {puede ser de soja}.
zumo de medio limón.
Preparación:
Ponemos a remojo los garbanzos, con 24 horas de antelación. Cambiamos el agua cada 8 horas.
En la Thermomix, o en otro procesador de alimentos que tengas, tritura los garbanzos escurridos y el resto de ingredientes del falafel {corta menuditos la cebolla y el ajo, así nos aseguramos de que quedan bien integrados}. Ha de formarse una masa granulada, pero que se pueda compactar. Si vemos que nos queda demasiado húmeda, podemos añadirle un par de cucharadas de harina de garbanzo.
Tapamos con papel film y reservamos en la nevera unos 30 minutos.
Entre tanto, preparamos la salsa. Picamos bien el cilantro fresco y mezclamos todos los ingredientes de la salsa hasta que tenga una textura homogénea. Reservamos en la nevera hasta la hora de servir.
Formamos bolitas del tamaño de una albóndiga y las aplastamos ligeramente para darle forma de mini hamburguesas. Rebozamos en harina de garbanzo y freímos en aceite bien caliente hasta que estén dorados. Retira del aceite a un papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Servimos el falafel templado, acompañado de la salsa de yogur fría.