Con carnes a la plancha o a la brasa, pescados, verduras… las combinaciones son infinitas. Y si, como yo, la preparáis sin añadir azúcar, sólo añadiréis sabor a vuestros platos.
Ingredientes:
2 cebollas grandes.
2 cucharadas de aceite de oliva.
sal.
1 cucharadita de vinagre de Jerez.
Con estas cantidades sale un cuenquito pequeño, no queda para guardar, ya que merma mucho al cocinar. Si queréis guardar, tendréis que duplicar e incluso triplicar cantidades, con lo que también tendréis que aumentar el tiempo.
Preparación:
Cortamos las cebollas en juliana fina.
Ponemos a calentar el aceite en una sartén o cazo. Sofreímos las cebollas a fuego muy suave, durante el tiempo necesario (aproximadamente 1 hora para la cantidad que yo he hecho) hasta que estén bien doraditas y caramelizadas.
Entonces, antes de retirar del fuego, añadimos unas arenitas de sal y una cucharada de vinagre, que ayuda a realzar el sabor de las cebollas. Removemos, y retiramos del fuego.