Desde hace diez años, este vigués ha empeñado mucho tiempo —y gastado mucho dinero— para llevar a cabo un proyecto que en aquel momento resultaba titánico y desconocido. Partió prácticamente de cero y durante años estuvo recorriendo casi palmo a palmo la ruta por la costa de las peregrinaciones compostelanas desde Portugal, en casi todas las épocas del año.
Hoy, y gracias a Luis do Freixo, que es como le gusta que lo identifiquen, y gracias también a su amor por Portugal, el país vecino —que conoce en profundidad—, y a su interés por esa peregrinación, ese camino constituye una ruta totalmente recuperada que utilizan miles de personas cada año. Luis do Freixo ha ido dibujando con enorme paciencia y con gran detalle diferentes mapas del camino que ofrece gratuitamente en su página web y que pueden utilizarse sin necesidad de internet.
Su web, “www.caminador.es”, recibe la consideración y el agradecimiento con más de tres millones de visitas, con numerosas consultas y comentarios desde los lugares más remotos del planeta. Hoy, el Camino portugués por la costa” está totalmente consolidado y hay entidades y personas que intentan atribuirse un mérito que le corresponde exclusivamente a Luis do Freixo, un hombre afable y generoso que siempre está dispuesto a salir al encuentro de los peregrinos que necesitan ayuda, ya sea por cualquier dificultad con el idioma, por enfermedad o incluso por algún grado de discapacidad que pueda tener el peregrino, y todo ello de un modo absolutamente desinteresado.
VIGOÉ ya le dedicó en su día un amplio reportaje titulado “El Camino de Santiago más bello y accesible”, y hoy vuelve a ser noticia por el singular regalo que le ha hecho un grupo de peregrinos alemanes. Se trata de un mojón, que puede observarse en la fotografía, realizado en fibra de vidrio con una placa conmemorativa donde manifiestan su agradecimiento y con la indicación de la distancia existente desde O Freixo hasta Santiago de Compostela (107,8 km). Sería justo que se le reconociera públicamente su mérito innegable.