Pregunta.- Tomás, nos han informado de que eres inventor.
Respuesta.- Sí (muy resuelto). He construido una sonda para medir características del agua.
P.- ¿Es el único invento que has hecho?
R.- No. Yo voy por estaciones. Lo que he podido hacer en verano es esto, porque puedo ir a la playa y puedo utilizarla. Pero otros años, por ejemplo, en invierno hice una alarma; en otoño hice un “taser” con una cámara antigua, un tipo de máquina que produce descargas para hacer experimentos. En otra ocasión unos amigos me dieron un proyector láser, de esos que tienen un láser y van proyectando cosas en la pared. Entonces yo lo desmonté y con ese mismo láser hice un microscopio que proyecta la muestra en la pared aumentándola unas diez mil veces.
P.- ¿Cuál es tu última invención?
R.- La “Sonda Galega”. Sirve para medir parámetros fisicoquímicos del agua, preferiblemente agua de mar. Contacté con Meteo Galicia y aceptaron mis datos, que les envío cada quince días. Luego contactó conmigo Meteo Climatic. Y luego fue el Sergas, que también controla los análisis de las playas y le hacían falta algunos valores, por eso en mis fichas aparece el icono de la Xunta de Galicia.
Circuitos que componen la Sonda Galega
P.- ¿Y se fían de tus investigaciones?
R.- Sí (muy seguro de sí mismo). Les digo que los sensores no son del todo correctos. Pero que están dentro de su rango. Antes de ir a la playa utilizo disoluciones para calibarlos, por ejemplo, una de pH 7 y una disolución de sal del 30%, entonces yo voy probando y voy viendo que dé bien. Después, la sonda está tres o cuatro horas en el agua para terminar la calibración. Con la “Sonda Galega” mido la temperatura, el pH, la salinidad…
P.- ¿Cómo funciona internamente la “Sonda Galega”?
R.- A ver. Hay unas placas que se llaman Arduino que, básicamente, lo que tienen es un controlador. Se llaman placas de código abierto. Tú programas el Arduino desde un ordenador con un lenguaje que se llama “lenguaje C”, y a ese microcontrolador, por cables o por soldadura, le puedes añadir los sensores. Llevo desde los diez años con “lenguaje C”, que aprendí por mi cuenta. Mi padre me regaló hace años un Arduino y eso me facilitó las cosas, pero luego fui aprendiendo el resto por mi cuenta, como el lenguaje Phyton.
P.- ¿Te consideras autodidacta?
R.- Sí. Es más, cuando asistí a algunos cursos de electrónica superé los contenidos mucho antes de que terminaran los cursos.
P.- ¿Tienes alguna patente?
R.- No. El Arduino es de código abierto y al patentar los proyectos tienes el compromiso de publicar sus códigos y los detalles. Tendrías que hacer tú tu propia placa…
P.- ¿No tienes miedo de que alguien pueda copiar o aprovecharse de tus ideas?
R.- Sí (contundente). Por eso no he publicado ni el código ni los detalles.
P.- ¿Desde cuándo sientas esta inquietud por inventar y por las ciencias aplicadas?
R.- Al tener dos padres científicos, algo se contagia. Mi madre es bióloga, y mi padre, químico. Lo de la sonda no vino por mis padres. Vino porque hace un año hubo un día de puertas abiertas en el barco oceanográfico “Sarmiento de Gamboa”, que tiene la base en el puerto de Vigo, y un amigo de la familia nos invitó a verlo. Me enseñaron la sala de control y allí había sondas y todo tipo de instrumentos. Entonces yo me quedé con eso y con el barco, y empecé a diseñar la sonda haciendo los planos, que aún tengo guardados en casa…
P.- Dentro de poco vas a comenzar tercero de la ESO. ¿Eres más de letras o de ciencias?
R.- Ciencias. No se me dan mal las letras, pero no…, no me gustan mucho, prefiero las ciencias. No saco buenas notas en letras, pero las apruebo. En ciencias tampoco saco notas brillantes porque no quiero estudiar, pero se me dan bien.
P.- ¿Cuáles son tus aficiones además de los inventos?
R.- Me gusta navegar. Hago vela ligera y hago atletismo.
P.- ¿Y te gusta la literatura?
R.- (Dubitativo) Sí, pero el libro tiene que tratar sobre algo que me guste mucho. Hace un mes terminé de leer la trilogía de “Los juegos del hambre”. En un mes me leí la trilogía completa.
P.- ¿Qué opinan de tus inquietudes tus compañeras y compañeros?
R.- Que soy muy raro. Simpre que voy al colegio voy con cables en mi mochila. Una vez al mes los profesores me dan ordenadores viejos o rotos y la basurilla tecnológica que van a tirar… Si tú ves mi mochila siempre asoma algún cable de ella.
P.- Ahora estás en la ESO. Y después, ¿qué tienes decidido?
R.- Hacer el bachillerato y, a lo mejor, una formación profesional para formarme en el tema de electrónica, y quizá luego una carrera universitaria. Me he propuesto trabajar en un futuro en el oceanográfico “Sarmiento de Gamboa”, o en un barco similar, en la sala de instrumentación.
P.- Hoy en día se maneja mucha información en otros idiomas, fundamentalmente en inglés. ¿Qué tal te defiendes en otros idiomas?
R.- Muy bien en español y en gallego. En inglés, bastante bien. Y en francés…, bueno, lo suspendí este año, porque no me gusta el francés, a pesar de que me llevo muy bien con la profesora. Sé escucharlo y sé entenderlo, pero no sé hablarlo.
P.- ¿Qué opinas de lo que ahora se llaman las nuevas tecnologías?
R.- Opino que es un mundo nuevo. La tercera revolución industrial, porque es algo nuevo para todos y que está yendo muy rápido. Date cuenta que hace cinco años, a lo mejor, lo que existe hoy en día era impensable: una impresora 3D era impensable, y mira ahora.
P.- ¿A ti te resulta extraño todo ese nuevo mundo?
R.- No, porque yo ya estoy en ese mundo y sé las personas que hacen ese mundo.
P.- ¿Y qué opinas de internet?
R.- Un mundo. Me ha servido para buscar información y para aprender “lenguaje C”. Ahora están haciendo una cosa que yo estoy ayudando a que nazca, que se llama IOT (Internet Of Things), el internet de las cosas. Básicamente es utilizar internet en domótica.Tomás Rodríguez Rey durante la entrevista con Julio Alonso
P.- A tu edad, ¿qué peligros ves en internet y en los nuevos sistemas de comunicación?
R.- Yo no le veo ningún peligro si lo utilizas como debe ser. Si te empiezas a meter en páginas raras, y a hacer cosas raras, ahí sí que puedes entrar en peligro.
P.- ¿Sospechas que pueda haber algo que todavía nos sorprenda?
R.- Yo creo que no. Lo único, una aplicación que…, por ejemplo, ¿conoces Youtube? Es una plataforma de video. Imagínate que, dentro de poco, la gente que graba videos pueda grabar un olor y que tú puedas olerlo…
P.- ¿Cómo sueñas tu futuro laboral?
R.- Lo veo en el “Sarmiento Gamboa”. Tiene una instrumentación de última tecnología… Quiero estar en cualquier barco oceanográfico.
P.- ¿Sueñas con convertirte en un científico destacado?
R.- No. En un inventor destacado.
P.- ¿Crees que en España existe apoyo para que los innovadores puedan desarrollar sus ideas?
R.- En España, no. En Galicia, menos. Lo único que hay en Galicia es algo que han intentado traer de Estados Unidos y que se llama “Maker Fair”. Es una feria de inventores. Se hace en Santiago, pero no lo han hecho bien. En Estados Unidos montan una gran nave donde un montón de gente intenta vender su invento o te intenta animar a que trabajes con ellos. Todos los inventores van a esa feria. Lo que han hecho en Galicia es todo publicidad de la Xunta. Y no me gusta lo que han hecho. En internet hay muchos videos y opiniones de las dos ferias.
P.- ¿En qué piensas aprovechar estos últimos días de vacaciones?
R.- Pues mira. A un barco de unos amigos le han cambiado todos los equipos: el equipo de viento, el transductor de la ecosonda, los sensores de velocidad… Y hace dos días que me han traído los antiguos aparatos en una bolsa y estoy intentando hacer algo con ellos. Creo que este año me voy a dedicar a hacer una estación meteorológica en mi casa.