El Celta, decimoquinto, cierra la primera vuelta con un partido importante ante su inmediato perseguidor en Liga. Cuatro puntos separan al conjunto celeste de un Levante que tampoco llega en buen momento, ya que fue eliminado de la Copa después de que el Espanyol le remontase la eliminatoria. Los de Unzué necesitan los tres puntos para no descolgarse de la lucha por Europa, en la que esta temporada, al menos por ahora, participan muchos equipos.
El conjunto vigués está a mitad de camino: se encuentra a seis puntos del sexto clasificado, el Villarreal; y aventaja en siete al tercero por la cola, el Alavés. Por tanto, ha llegado el momento de definir el objetivo.
Aun ganando al Levante, el Celta deberá mejorar sus prestaciones en la segunda vuelta para luchar por Europa. Y es que ahora mismo tiene solo 22 puntos y para entrar en competición continental, históricamente, han hecho falta como mínimo 55. Y sin irse muy lejos, la temporada pasada este objetivo estuvo más caro que de costumbre: la Real Sociedad tuvo que sumar 64 puntos para acabar en la sexta plaza.
El próximo mes será clave para definir cuál será el objetivo del Celta. Y es que los de Juan Carlos Unzué están obligados a sumar el mayor número de puntos posibles ante rivales que se encuentran en una situación similar a la suya. Tras la visita al Levante, el Celta se medirá a domicilio a la Real Sociedad; una semana después visitará Balaídos el Betis; en la jornada 22 los de Unzué acudirán a Mendizorroza para enfrentarse al Alavés de Guidetti, que quiere salir de la situación de peligro en la que ahora mismo se encuentra; y el 11 de febrero, los celestes jugarán en Balaídos contra el Espanyol, que ahora tiene un punto más que ellos.
El calendario ha querido que el Celta se mida a los grandes de Primera en el tramo final de la segunda vuelta, por lo que el conjunto celeste deberá sumar el mayor número de puntos posibles en los próximos dos meses para seguir optando a estar en Europa o, como mínimo, para no sufrir para mantener la categoría.