A pesar de ello, los trabajadores dieron comienzo a su protesta, portando múltiples pancartas con lemas contra la gestión del hospital y haciendo ver su negativa a asumir tareas que consideran que corresponden a la concesionaria. Además, han cantado proclamas como “Gerente, dimisión; no es nuestra función”. Poco después, ha hecho aparición en las inmediaciones del hospital la Policía Nacional, que ha desplazado varios vehículos y un helicóptero.
Finalmente, una vez valoradas las posibles consecuencias de continuar con la movilización dentro de las instalaciones -identificaciones, sanciones y expedientes-, los afectados optaron por abandonar el interior del edificio e instalaron el ‘campamento’ en el que pasar la noche hasta el mediodía de este viernes en la entrada del edificio.
A continuación, emprendieron una marcha silenciosa alrededor del hospital, a cuyo interior accedieron de nuevo en alguna ocasión para visibilizar el conflicto entre los pacientes. El recorrido acabó de nuevo delante de la entrada principal, donde mantienen la protesta. Con todo, luego decidieron regresar al interior del vestíbulo, donde aún permanecen.
La Junta de Personal solicitó una reunión inmediata con Rubial para pedirle explicaciones por lo ocurrido. Esta terminó sin acuerdo, por lo que pedirán un encuentro con el conselleiro para abordar este problema, ya que no consideran al gerente como un interlocutor válido.
Versión del hospital
Por su parte, la dirección del hospital ha asegurado a través de un comunicado que la recogida de las bolsas de ropa sucia se está llevando a cabo con normalidad pero que «un reducido grupo de trabajadores» está realizando «acciones que atentan contra la dignidad de las personas, obstaculizando el trabajo de muchos de sus propios compañeros y de personal de otros colectivos». Desde el centro incluso se denuncian «vejaciones y acosos» relacionadas con «comentarios inapropiados, mofas e insultos por estar desarrollando sus funciones».
Además, desde la EOXI informan de que personal de los servicios de Lavandería, Lencería y Restauración han presentado «quejas por las interferencias en ejercicio de su actividad, que está siendo boicoteada con obstáculos y actos de vandalismo», como el uso de bolsas rotas, el depósito de ropa manchada de sangre y materia orgánica fuera de los espacios habilitados a tal fin o el vaciado de jarras de agua delante del propio trabajador de restauración solicitándole a continuación nuevas jarras llenas.
Así, la dirección investigará todos aquellos hechos susceptibles de incurrir «en incumplimientos de la normativa laboral en vigor así como de los reglamentos internos de carácter organizativo y de convivencia más elementales, que deben regir el comportamiento ético y profesional de un servicio público».