Según la versión facilitada por el propietario del inmueble, el animal había sido capturado meses antes en el interior del gallinero anexo a su casa, alegando que lo tenía retenido para utilizarlo como parte del entrenamiento de sus perros de caza, sin ningún tipo de autorización administrativa.
Ante estas circunstancias, el Seprona procedió a incautarse del animal, un espécimen hembra de zorro que tenía en su cuello una correa y estaba sujeto por una cadena metálica que utilizaba su poseedor para evitar que se escapase.
Una vez recuperado, fue trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cotorredondo para que pudieran valorar su estado y posible readaptación a su medio natural.
La actuación de la Guardia Civil concluyó denunciando a este vecino de Cangas como presunto autor de una infracción grave tipificada en la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en concordancia con la vigente Ley de Caza de Galicia.
La denuncia formulada se remitió a la Delegación Provincial de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio de la Xunta de Galicia en Pontevedra, que será el órgano competente para incoar el correspondiente expediente sancionador, del que puede derivar una sanción económica desde 601 a 6.000 euros.