Según cuenta el diario El País de aquel año, los trabajadores estaban manipulando unos veinte kilos de pólvora y la explosión se extendió a una cantidad similar de pólvora guardada en otro almacén próximo. Ambas construcciones quedaron completamente destrozadas. Además, la onda expansiva se sintió en todo Tui y provocó rotura de cristales en un radio de siete kilómetros.
Veinticinco años después, en 2005, otra explosión causó daños en una veintena de casas. Y es que las instalaciones de La Gallega estaban situadas en medio de Baldráns, con decenas de hogares cerca y un supermercado en un radio de 200 metros. Además, en las proximidades transcurre la carretera de Tui a Salvaterra.
Posteriormente, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ordenó el cierre de la empresa al carecer de licencia, pero el Concello de Tui no hizo efectivo el precinto hasta 2015. Se sospecha que el propietario trasladó la actividad a la casa en la que este miércoles tuvo lugar la fatídica explosión.