Se esperaba a un Mérida atrevido, valiente, osado y a por el partido, y así fue desde el saque inicial con el conjunto emeritense que por momentos iba muy acelerado y sin precisión en los pases. El Mérida intentaba coger atajos para marcar cuanto antes el primer gol, pero lo único que conseguía era inyectar más dosis de ansiedad a su propio fútbol, y el Coruxo bien plantado no pasaba apuros. Primeros diez minutos sin ocasiones de gol y los mismos síntomas en un partido donde el Coruxo maduraba su fútbol, y así se llegaría al minuto quince con el juego muy concentrado por la medular.
El Coruxo esperando en defensa para salir al contraataque, y a medida que pasaban los minutos el Mérida no conseguía poner pausa y control, y al mismo tiempo haciendo un desgaste físico muy prematuro. Una vez más el Coruxo estaba jugando muy inteligente como lo hizo en el partido de ida en el Municipal Romano. Y al Mérida tal vez se le veía muy pendiente de Higón y Silva.
Se llegaría el minuto veinticinco con la mejor ocasión de gol que corría a cargo del Coruxo, la internada de Mateo por la izquierda terminaba con centro al área pequeña pero Higón no llegó a engatillar a tiempo en la misma boca del gol. Misma situación minuto a minuto, y rebasada la media hora de juego el Mérida seguía sin encontrar vías de penetración en la defensa local. Insistente dominio visitante, y en el minuto treinta y ocho el Mérida montaba un contraataque combinado que finalizaba con potente disparo al travesaño. Últimos diez minutos de esta primera entrega y el Coruxo reseteaba su fútbol, y el conjunto vigués pasaba a tener más presencia en ataque pero los dos equipos ya iban pensando más en el segundo tiempo.
Se iniciaba el segundo tiempo con el Coruxo que adelantaba líneas y con más posesión de balón en campo contrario. Primeros diez minutos y el Coruxo jugaba muy cómodo, y que a pesar de ser la posesión de balón para el Mérida no generaba ocasiones de gol. Enfilándose el minuto sesenta el Mérida daba un paso al frente y por momentos presionando la salida del balón local, pasaba por minutos de mucho agobio un Coruxo al cual le costaba desplegar su fútbol combinativo, estaba siendo ligeramente superior un Mérida que se lo jugaba todo a una carta.
Minuto sesenta y uno y contraataque directo local por mediación de Higón, que tras una portentosa galopada se presentó ante el portero visitante pero no llegó a marcar en una de las mejores jugadas en ataque. Respondía el Mérida llegando por las bandas a tres cuartos y colocando certeros balones al área viguesa, trabajaba extra la defensa local y el portero para achicar balones. El Coruxo se veía sometido a la insistente presión visitante pero lo que iba salvando la vida al conjunto vigués era el fútbol tan predecible de un Mérida que abusaba de colgar balones al área local. Últimos ocho minutos y el partido ya se le estaba haciendo muy corto al Mérida, y excesivamente largo al Coruxo. El árbitro añadiría cinco minutos, que al final se transformaron en ocho minutos, un partido con exquisita deportividad en las gradas. El Coruxo mantiene la categoría un año más a pesar que en el sorteo le había tocado el equipo más fuerte.